La Audiencia de Málaga ha condenado a un hombre que explotaba un negocio de masajes eróticos, contando con dos establecimientos, por no dar de alta en la Seguridad Social a un total de once empleadas. Así, se le imponen 18 meses de prisión y multa por un delito contra los derechos de los trabajadores.

Según se declara probado en la sentencia de la Audiencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el acusado era al menos desde 2013 el administrador único de una sociedad dedicada a los masajes eróticos, con dos centros, uno en Málaga capital y otro en la localidad malagueña de Fuengirola.

Así, en el mes de febrero de 2014, según se recoge en la resolución, "además de otros trabajadores varones no identificados que se anunciaban", en dichos centros prestaban sus servicios 14 empleadas en el de la capital malagueña, siendo una la encargada; y tres en el de Fuengirola.

El acusado, dice la sentencia, no comunicó a la Seguridad Social el alta de once empleadas en el Régimen General, con carácter previo al iniciar el trabajo, tratando de "simular" la condición de trabajadora por cuenta ajena "bajo apariencia bien de supuestos contratos de formación, bien de mendaces contratos mercantiles".

El acusado se declaró autor de los hechos, por lo que se ha dictado una sentencia de conformidad en la que se le condena por un delito contra los derechos de los trabajadores, imponiéndole 18 meses de prisión y multa de 1.080 euros.