Un jurado popular tiene previsto juzgar a partir de este lunes a un hombre, acusado de acabar con la vida de su expareja en la capital malagueña en julio de 2014, propinándole, presuntamente, 12 puñaladas; y de haberla maltratado durante la relación. La Fiscalía de Violencia contra la Mujer solicita inicialmente 24 años de prisión. Está previsto que el juicio se prolongue varios días.

Según los escritos iniciales de las acusaciones -hay dos particulares-, a los que tuvo acceso Europa Press, el hombre y la mujer fueron pareja cinco años y terminaron en junio de 2014, teniendo una hija en común. La fiscal sostiene que los informes del Instituto de Medicina Legal apuntan a que la relación sentimental era "asimétrica", estando ella "condicionada por las imposiciones de él".

Así, el ministerio público incide en que la relación se configuraba "conforme al binomio de dominio del acusado y de sumisión de la mujer", lo que "determinó una conducta reiterada de violencia proyectada en su compañera como forma habitual de relación con ésta". A esta situación, dice, estaba expuesta "de modo directo" la niña, "por ser testigo presencial de lo acontecido entre sus padres".

La pequeña, señala la fiscal delegada de este área, Flor de Torres, sufría, además, "la conducta de ser sometida a castigos de manifiesta desproporción", hechos que "influyeron en su desarrollo", reiterando que la expuso "a la violencia proyectada hacia su madre", siendo la niña "consciente y testigo presencial" de la situación, además de estar "victimizada" en esa convivencia.

Por esto, la acusación pública insiste en que la relación afectiva y paterna "derivó en la vulnerabilidad extrema de la mujer y de la menor, propiciadas por el abuso del acusado sobre ellas y la desestructuración de la familia, unido a la carencia de una red de apoyo". El hombre ejercía "constantes conductas de control" y no presenta ninguna enfermedad psíquica o trastorno.

Las acusaciones señalan en sus escritos provisionales que esa victimización se evidenció en dos ocasiones. Una en octubre de 2009, cuando el acusado la insultó y amenazó de muerte, lo que dio lugar a una denuncia, que fue sobreseída al acogerse la mujer a su derecho a no declarar.

Asimismo, en una segunda ocasión, ocurrida días antes del 29 de julio de 2014, cuando fueron los hechos, el acusado, supuestamente, agredió a la mujer en presencia de la menor provocándole varias heridas.

Según las acusaciones, el día de los hechos, el hombre fue a la casa de los padres de la mujer, donde vivía ella y la hija, para reanudar la relación y "ante la negativa y ya con el inequívoco afán de acabar con su vida", sacó un cuchillo y "de forma sorpresiva y sin posibilidad de defensa, le produjo 12 heridas", lo que le provocó la shock hipovolémico e insuficiencia respiratoria, y la muerte.

Por estos hechos, tanto la Fiscalía como una de las acusaciones le achacan un delito de asesinato, solicitando la fiscal 20 años de prisión y la representación de la madre, 25 años; y también delitos de maltrato y de maltrato familiar habitual, por los que piden ambas partes uno y tres años de prisión, respectivamente.

Además, se solicita la privación de la patria potestad. En cuanto a las indemnizaciones, la Fiscalía pide 200.000 euros para los padres por los daños morales y la misma cantidad para la niña.