El abogado Juan Germán Hoffman, condenado a cinco años de prisión y a pagar casi 18 millones de euros por un delito de blanqueo y otro fiscal, tenía que haber entrado en prisión el pasado mes de enero, una vez que el tribunal del caso Malaya ordenó la ejecución de las penas. Debía haber ingresado en el presidio de Ibiza, pero no lo hizo, y a principios de febrero la Sala lo puso en busca y captura. Según fuentes judiciales, el letrado, considerado el hombre de Juan Antonio Roca en el exterior, se encuentra localizado en Alemania, su país natal, pero las autoridades teutonas se han negado a entregarlo pese a la extradición solicitada por la Audiencia Provincial de Málaga.

De cualquier forma, la Fiscalía habría solicitado que cumpla las penas allí, en Alemania, pero de momento no hay respuesta, una petición que se basa en la Ley 23/2014 de reconocimiento mutuo de resoluciones judiciales.

Hoffman, considerado uno de los principales testaferros de Juan Antonio Roca, era para los investigadores el representante societario del exasesor de Urbanismo en el extranjero. El Supremo ratificó la condena de cinco años de prisión y el abono de multas de casi 18 millones de euros por blanqueo y un fraude al fisco.

Fuentes judiciales explicaron que sus amigos y familiares notaron la ausencia del abogado en las pasadas Navidades, cuando llamaron para felicitarlo, pero todo el mundo pensaba que su intención era cumplir con la pena impuesta y pagar las multas. De hecho, su letrado interpuso en su día un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional.

El letrado alemán fue arrestado el lunes, 6 de febrero de 2007, por orden del juez Miguel Ángel Torres y la policía pasó toda la jornada registrando los dos pisos que acogían su despacho, Tarodo-Hoffman, ubicado en los edificios Marisol I y II de Marbella, una firma dedicada básicamente a asesorar a los inversores extranjeros con intereses en la Costa del Sol, fundamentalmente alemanes.

El germano es un jurista muy respetado, entonces no tenía antecedentes penales y contaba con 25 años de servicio profesional, pero el caso Malaya se llevó por delante su prestigio y, de hecho, desde el día de su detención no ha vuelto a vivir de su profesión y cerró la firma.

El fugado es hijo del que fuera cónsul honorario de Alemania en Málaga, Juan Hoffman, que falleció en 1998 y cuyo nombre lleva el colegio alemán de Marbella.

Separado y con tres hijas, ahora salía con otra pareja. Ha luchado hasta el final, pagó las deudas patrimoniales que tenía e, incluso, consignó la responsabilidad civil por el delito fiscal, que ascendía a más de 300.000 euros. En su entorno, nadie se explicaba por qué había decidido huir.

Localizado Hoffman, son tres investigados en Malaya los que permanecen en paradero desconocido: el exedil andalucista Carlos Fernández, que huyó mientras hacía el Camino de Santiago en julio de 2006; el empresario José Manuel Carlos Llorca Rodríguez, también imputado en Ballena Blanca -de quien se cree que entregó 50.000 euros a Roca y, además, está implicado en la macroestafa de Forum Filatélico- y Andrés Liétor, de quien se sabe que está escondido en Venezuela, pero no hay noticias sobre una posible extradición.