Consternación en el PP malagueño por la muerte de la senadora y exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Elías Bendodo, presidente provincial del partido, definió ayer a la fallecida como «política tenaz, curtida en la política municipal». «No estaba viviendo un momento fácil», señaló el dirigente popular, quien dijo sentir que no haya podido concluir su carrera política «como a ella le hubiese gustado».

El también presidente de la Diputación de Málaga indicó asimismo que el fallecimiento de Barberá abrirá un debate sobre la situación de los políticos en lo que se ha llamado «la pena del telediario». «Queramos o no este fallecimiento abrirá un debate, pertinente además, sobre la situación de los políticos en determinadas circunstancias». Así, aludió a la llamada «pena del telediario» y al hecho de que «las imputaciones sean consideradas como condenas».

Por su parte, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, consideró «una pena enorme» el fallecimiento de Barberá. «Uno inmediatamente lo relaciona con todas las vicisitudes que ha vivido en los últimos meses, tan duras para ella y tan difíciles», lamentó el alcalde popular tras ser cuestionado por los periodistas. La exalcaldesa valenciana estaba «destrozada» por su procesamiento, dijo, y pidió una reflexión a los medios de comunicación y a los partidos políticos, incluido el PP, sobre la presunción de inocencia y la necesidad de valorar toda la trayectoria de un político.

Una de las primeras en pronunciarse tras conocerse la noticia del fallecimiento de Barberá fue Celia Villalobos. «Tenemos que reflexionar los partidos políticos y los medios de comunicación acerca de cuáles son los límites de determinadas cosas», opinó en declaraciones en el Congreso. Entre otras cosas, cree que a la hora de juzgar a un político «hay que analizar toda su vida política» y no ceñirse solo «al último acontecimiento».

También en declaraciones a Antena 3, recogidas por Europa Press, dijo sentir rabia porque «no va a poder demostrar su inocencia ante el juez». Incluso indicó que, dada la «persecución brutal» que ha sufrido, la exalcaldesa no ha muerto con presunción de inocencia, sino de culpabilidad. «Entre todos tenemos que poner límite a determinados excesos, determinadas actitudes, que llevan a situaciones irreversibles», avisó.

Villalobos insistió en que ella no echa la culpa a nadie -«si alguien se quiere sentir culpable será su problema», dijo-, pero quiere una reflexión para que medios de comunicación y partidos políticos actúen de forma «más razonable». Los partidos, puntualizó, están formados por seres humanos que también se ven afectados por la presión mediática.

En concreto, afirmó que sintió «en el alma» que se aplicasen a la exalcaldesa las normas de partido cuando fue investigada por el Supremo -tuvo que darse de baja de militancia-, cosa que, en cambio, le pareció «muy bien» en el caso del extesorero del PP Luis Bárcenas. Además, dejó claro que su llamamiento no se refiere sólo a lo que afecte a políticos de su propio partido, sino que también considera «profundamente injusto» que una persona como el expresidente socialista Manuel Chaves haya tenido que dejar la política.

Además de estas declaraciones, numerosos dirigentes, cargos públicos y simpatizantes o afiliados del PP de Málaga expresaron a través de las redes sociales su pesar por el fallecimiento de la senadora valenciana. Así, Mariví Romero, exconcejala popular y asesora del grupo municipal en Málaga se preguntó en Twitter: «Ha fallecido una persona... ¿no hay respeto?». El exsubdelegado del Gobierno Jorge Hernández Mollar se preguntó en esta misma red social: «Se respira un cierto sentimiento de culpabilidad. Pues a reflexionar». Uno de los más contundentes fue Joaquín Ramírez, senador popular, que afirmó en un tuit: «Ha muerto por la injusticia con la que fue tratada».