José Carlos García no asistirá esta noche a la gala de la Guía Michelin en Girona, pero aguarda con impaciencia y emoción el resultado que se dará a conocer en el Mas Marroch. Asegura que mantiene la misma ilusión del primer día y que está muy satisfecho del "trabajo excelente" que ha realizado en el último año, junto a su equipo de 20 personas en su restaurante del Muelle Uno. Mantener la estrella que ya ostenta sería muy importante, pero no descarta obtener un segundo galardón.

"Vivimos estas galas como si fuera la noche de los Oscar para los actores", asegura el chef malagueño. Y la incertidumbre y los nervios son importantes, porque el hermetismo es absoluto. "Los inspectores son muy reservados. Llevo toda mi vida en esto y nunca he sido capaz de reconocerlos cuando vienen. Alguna vez se han presentado pero a los dos o tres días de haber cenado y haber pagado, para continuar con su trabajo de auditar la información que previamente hemos enviado desde el restaurante", explica.

García no escatima elogios a la gastronomía malagueña y considera que se encuentra, desde hace años, "en la punta de lanza" de España. "En los años 70 ya teníamos dos restaurantes con estrella Michelín en Marbella. Es verdad que estaban dentro de hoteles y que en la actualidad, gracias sobre todo a la labor de La Cónsula y otras escuelas de hostelería, se ha extendido la buena cualificación y ha dado frescura a la profesión", sostiene el cocinero malagueño, que no quiere pecar de presumido, en este sentido. "Sinceramente pienso que Málaga se merece más distinciones y da igual como lleguen: o que alguno de nosotros consiga otra estrella o que la reciba otro establecimiento", señala.

Tener una estrella supone un "reconocimiento y un empujón", añade. "Aparecer en la Guía te sitúa en el mapa gastronómico y turístico. Te da seguridad. Te permite estar lleno un martes por la noche, en un día lluvioso, como nos pasó ayer", admite. "No te hace millonario pero significa prestigio, sin duda, sobre todo ante un público que consume gastronomía, como hay personas que consumen arte o relojes", asegura.