­El número de malagueños con ingresos anuales inferiores o únicamente iguales al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) se sitúa en el 42% del total de los trabajadores asalariados, según las últimas estadísticas del Ministerio de Hacienda correspondientes a 2015, que muestran un ligero descenso de este porcentaje en relación al que se registraba en 2014 (cuando se rozaba el 43%). Los datos, publicados ayer bajo el epígrafe «Mercado de Trabajo y Pensiones en las Fuentes Tributarias», precisan de varias matizaciones, ya que no se refieren a los sueldos que se cobran mes a mes sino que se extraen, por tramos, de las rentas anuales declaradas por los empleadores mediante la Declaración Anual de Retenciones e Ingresos a Cuenta sobre Rendimientos del Trabajo, contando exactamente por igual a las personas que trabajan los doce meses del año como a aquellos que sólo lo hacen en momentos determinados del mismo.

«Este hecho produce un sesgo a la baja del salario en comparación con otras estadísticas», ha advertido la Agencia Tributaria en varias ocasiones en relación a estas datos. Las cifras también están condicionadas por el hecho de que hay personas que pierden el trabajo a lo largo del año y pasan a cobrar el desempleo o trabajadores que se jubilan en un determinado mes y acceden a una pensión, lo que provoca que sus retribuciones salariales aparezcan, a efectos estadísticos, como más reducidas.

En todo caso, y hechas todas estas salvedades, los números sí reflejarían ciertas tendencias del mercado laboral, caracterizado según vienen denunciando los sindicatos CCOO y UGT por la alta precariedad laboral. Entre estos factores se incluirían el creciente predominio del empleo a tiempo parcial frente a la jornada completa, una tónica de bajos salarios en relación a antes de la crisis o el hecho de que un gran número de personas sólo trabaja en los meses de temporada turística.

De esta forma, casi 245.000 malagueños de los 581.541 que presentaron rentas del trabajo en 2015 no tenían rendimientos que superen globalmente el importe establecido como SMI, situado en ese momento en 648,6 euros al mes (o 9.080,4 euros al año contemplando 14 pagas) y actualmente fijado en 655,2 euros. En el año 2007, justo antes de que estallara la crisis económica, el porcentaje de declarantes en esta situación era del 32% en Málaga pero la mencionada rebaja de salarios que impuso la crisis a muchos trabajadores y el deterioro del mercado laboral ha ido elevando año a año ese porcentaje. La tasa de malagueños con este nivel de ingresos supera actualmente en ocho puntos a la media nacional (34,3%). El panorama de bajas rentas por trabajo en Málaga es aún más amplio si tenemos en cuenta que el 55% de los declarantes de la provincia (unas 320.000 personas) no sobrepasaría el umbral del mileurismo.

Las cifras de Hacienda reflejan, por otro lado, que la nómina total declarada por los trabajadores malagueños ha subido por segundo año consecutivo después de varios ejercicios de descenso. Así, de los 8.417 millones euros de 2013 se pasó a los 8.527 de 2014, y ahora en 2015 ese volumen ha vuelto a subir hasta los 8.942 millones. También lo hace el número de asalariados declarantes en la provincia (fueron 550.651 en 2013, 563.642 en 2014 y 581.541 en 2015).

Sin embargo, los datos de 2015 revelan que los ingresos medios por persona todavía registran un descenso acumulado de casi el 5,5% desde 2007 (cuando se cifraban en 16.269 euros anuales por persona) hasta situarse ahora en 15.377 euros (lo que daría una media de 1.098 euros al mes, incluyendo dos pagas extras).

Málaga, en el furgón de cola. Por otro lado, las rentas de trabajo en Málaga se sitúan más de 3.250 euros por debajo de la media española (que es de 18.645 euros anuales por persona), una diferencia en línea con la de 2013 y 2014. La provincia malagueña sigue así en el furgón de cola en cuanto a ingresos medios, ocupando el puesto 39 del ranking nacional entre una lista de 48, incluyendo todas las provincias, ciudades autónomas y comunidades uniprovinciales a excepción de Navarra y de las tres provincias vascas, que tienen otro régimen fiscal. Málaga sólo presenta una renta media superior a las de Jaén, Huelva, Badajoz Córdoba, Almería, Cáceres, Almería, Cuenca, Granada y Ciudad Real. Esta distancia se ha achacado tradicionalmente al mayor peso del sector servicios en Málaga y a la carencia en su tejido productivo de un segmento industrial de peso, que suele tener salarios más elevados y que es mucho más preponderante en la zona norte de España.

Sea como fuere, la brecha salarial de Málaga con España se ha agrandado en la crisis. En 2007, la rentas de trabajo eran un 13,5% inferiores a la media nacional y ahora están en el 17,6%, aunque sí mejora respecto al 17,9% de 2014. CCOO y UGT han denunciado también muchas veces un progresivo aumento de la economía sumergida, con empresas que abonan parte del salario «en negro».