Desde bien pequeño, Gregorio Sánchez recorría la ciudad de Málaga para ganar algo de dinero. Era tan joven que los lugareños decidieron apodarle como «Chiquito de la Calzada», haciendo referencia a la barriada de la que provenía, la Calzada de la Trinidad. Poco imaginarían los que le apodaron de ese modo que el joven Gregorio arrancaría las risas de millones de españoles llegando a enriquecer, aún más si cabe, el idioma castellano. Por su parte, el italiano Sergio Scariolo escogió la provincia de Málaga para vivir junto a su familia. «Espero seguir provocando envidias cada vez que me pregunten dónde vivo», señaló, al tiempo que destacaba la climatología de la provincia y el calor de los malagueños.

Este lunes ambos recogieron emocionados la distinción de hijos predilecto y adoptivo, respectivamente, de Málaga en un caluroso homenaje en el que también se les concedió el escudo de oro de la Diputación. El acto tuvo lugar en el auditorio Edgar Neville y a él acudieron diversas personalidades del mundo de la política como el alcalde, Francisco de la Torre, el subdelegado del Gobierno, Miguel Briones, y otros conocidos malagueños como el cómico Tomás García.

Asimismo, los familiares y amigos más cercanos de los galardonados estuvieron presentes en una jornada para el recuerdo en la que también tuvieron un papel protagonista el presidente de la Federación Española de Baloncesto y exjugador de la selección , Jorge Garbajosa, y el conocido humorista Manolo Sarria, que dedicaron unas emotivas palabras a los homenajeados antes de que éstos recibieras las distinciones por parte de la Diputación de Málaga. «Todos sabemos quién es Chiquito como profesional pero mucha gente no sabe cómo es humanamente», confesó Sarria visiblemente emocionado.

«Este es un día en el que nos tenemos que sentir muy orgullosos», comenzó el presidente de la Diputación de Málaga, Elías Bendodo. «Ambos tienen en común el tesón, el esfuerzo y la creatividad», destacó al tiempo que subrayaba la capacidad del exentrenador del Unicaja de crear equipo. «Tiene una fe inquebrantable. Sergio ha hecho que Málaga sea una provincia que ama el baloncesto», sentenció antes de conceder al seleccionador nacional de Baloncesto el reconocimiento de hijo adoptivo y el escudo de oro de la Diputación de Málaga.

«Estoy abrumado por tantas muestras de cariño pero esta no es una más. Cuando llegué aquí me sentí muy acogido. Por mi parte solo espero estar a la altura y seguir siendo merecedor de este reconocimiento», aseguró Sergio Scariolo. Asimismo, Bendodo dijo que «Chiquito es malagueño predilecto porque no hay un solo hogar en el que no haya provocado risas», y añadió que a través de gestos únicos e irrepetibles supo reinventar el humor añadiendo más riqueza al idioma castellano.

Gregorio Sánchez, por su parte, se mostró visiblemente emocionado ante el reconocimiento. «No lo esperaba y es un recuerdo que estará conmigo siempre», aseveró tras recoger la distinción y provocar las risas de los asistentes con varios chistes.

El acto estuvo amenizado por el quinteto de cuerda de la Orquesta Sinfónica de la Provincia de Málaga y la Coral Santa María de la Victoria, que interpretaron piezas como El pasaje de Chinitas, de Lorca y Nabucco, de Verdi. Una banda sonora de lujo para un homenaje de Málaga a dos de sus hijos. «Creo que hemos escogido bien», dijo Bendodo antes de finalizar el acto.