Las dudas se ciernen sobre los rectores andaluces, a pesar de que el documento que les plantea la Junta, en teoría, tendría que generarles seguridad de cara al futuro. Pero nada más lejos de la realidad. Las universidades insisten en su oposición al nuevo modelo de financiación propuesto por la Consejería de Innovación y consideran que querer aprobarlo antes de que termine el año, como es la intención del Gobierno andaluz, es precipitado. Así lo piensa José Ángel Narváez, rector de la UMA, que ayer participó en una nueva reunión de la Asociación de Universidades Públicas Andaluzas (AUPA), celebrada en Antequera.

Durante el encuentro, los rectores informaron al secretario general de universidades, Francisco Triguero, de que antes siquiera de sentarse a negociar, la Junta ha de solucionar varios temas previos. Entre ellos, resolver la ejecución del presupuesto de 2016, «que no está claro y queda pendiente al menos un 20% para la investigación», explica Narváez. «Queremos que se liquide y saber en qué condiciones va a quedar».

Los rectores también quieren conocer el problema que hay con la justificación de las ayudas de investigación. «Dos años llevamos esperando y está bloqueando que pueda haber otros fondos», añadió el rector malagueño, quien del mismo modo explicó que la AUPA ha transmitido a Triguero sus inquietudes por aclarar la situación y el valor de la deuda. «Tenemos unos datos y la Junta tiene otros», aseguró José Ángel Narváez, quien hoy informará al Consejo de Gobierno de la UMA de la inicial oposición de los rectores al nuevo modelo de financiación.

Narváez sostiene que Andalucía necesita un nuevo modelo ya que el actual comprendía el cuatrienio 2007-20011 y se ha prorrogado ya tres veces. «Vamos a tener dinero para funcionar, eso está garantizado, pero nos disgusta que, al menos el borrador, no recoge una política universitaria, no hay modelo de Universidad. Necesitamos programas orientados a conservar la autonomía universitaria y a tener capacidad para poder desarrollar políticas universitarias propias, y que existan fondos para ello. Es decir, tenemos dinero para abrir todos los días pero necesitamos una estrategia», resume.

Por su parte, los consejos de estudiantes de las universidades de Sevilla, Málaga, Jaén, Pablo de Olavide y Huelva también rechazan «de forma categórica» el proyecto y consideran que supone un «gran retroceso» en el Sistema Público Andaluz de Universidades «dado el contenido y lenguaje mercantilista que adquiere el mismo».