­­El mercado inmobiliario malagueño está confirmando en este 2016 nuevos síntomas de repunte que ratifican que lo peor de la crisis parece haber quedado ya atrás. Sube la compraventa de viviendas y la firma de hipotecas y, algo también vital, los constructores y promotores han iniciado desde el pasado año la construcción de nuevas promociones, ya que el stock de viviendas heredado de la época del boom y que hasta hace poco actuaba como tapón está prácticamente finiquitado. Las grúas han comenzado así a verse de nuevo por la provincia, principalmente en Málaga capital (sobre todo en Teatinos y en toda la zona del paseo marítimo de Poniente) y en el área de Marbella y sus municipios limítrofes. También la cifra de futuros proyectos renace tras años de absoluto parón. Según el Colegio de Arquitectos de Málaga, los tres primeros trimestres del año se han saldado con 2.207 viviendas visadas y una subida del 14,4% sobre 2015. La cifra es la más alta en siete años aunque sigue muy lejos de los niveles previos a la crisis (en 2006 se visaron casi 45.000 viviendas y en 2007 27.000).

La recuperación también tiene sus matices: las ventas de viviendas siguen estando muy sostenidas por extranjeros e inversores nacionales que abonan las operaciones al contado frente a un comprador nacional que aunque ya empieza a animarse sigue bastante agazapado. Casi el 40% de las compras de inmuebles en la provincia las realizan foráneos, según el Ministerio de Fomento. Las estadísticas del INE confirman este panorama: el comprador local que busca una primera residencia y recurre a financiación tiene ahora el mismo peso que el perfil de inversor que viene con el dinero en mano, cuando en la época del boom inmobiliario (e incluso en los primeros años de la crisis) ese porcentaje representaba entre el 80% y el 90% de los compradores.

De esta forma, entre enero y septiembre se han realizado un total de 20.092 ventas de viviendas en Málaga (un 7,8% más que el pasado año y el mejor nivel desde 2008) pero sólo se han firmaron 10.371 hipotecas (un 14% más), lo que equivale a decir que sólo el 51,6% de las transacciones se hicieron recurriendo a un préstamo bancario, en línea con las bajas tasas de los últimos años. El sector cree que mientras el paro no descienda de forma sensible en Málaga será muy complicado el retorno del cliente local, clave para normalizar el mercado.

Lo que sí revelan en todo caso los datos de las hipotecas firmadas este año es que los precios empiezan de nuevo a subir. El préstamo medio en Málaga se sitúa en unos 121.400 euros, cuando en la crisis se llegó a caer por debajo de los 110.000 euros. Siguen lejos los valores de la burbuja inmobiliaria : en 2007, la hipoteca media alcanzó un máximo histórico de 165.000 euros.

Pero si el segmento de la vivienda está dando ya síntomas de reactivación, no ocurre lo mismo con la otra pta de actividad del sector: la obra pública. La Asociación de Constructores y Promotores (ACP) sigue muy insatisfechos con las cifras de inversión de las distinas administraciones en Málaga, que consideran «insuficientes» pese a estar repuntando en relación a los bajísimos niveles de 2015. La licitación hasta septiembre se sitúa en 162,8 millones de euros, un 60% más que en el mismo periodo del año anterior. La distancia sigue siendo enorme con respecto a antes de la crisis, cuando Málaga se movía entre los 1.000 y los casi 1.500 millones al año.