Málaga, al menos a nivel político, es como un pueblo. Puedes estar quejándote durante años sobre la existencia de alguien y en el momento en el que dejas de cruzarte con el individuo en cuestión, se disparan las alarmas y se generan dudas. Es lo que ha pasado esta semana con Francisco Conejo. Cuando estás un día en la brega política y al otro también, ya no recuerdas tu primera rueda de prensa o la hayas borrado por dramática pasan estas cosas. «¿Dónde se mete Conejo?», ha sido una de las preguntas más repetidas entre los que creían que en esta provincia no puede pasar un día sin que el portavoz para todo en el PSOE malagueño salga a montar un jaleo. Es común preguntar por alguien que te cae especialmente mal y por eso, dónde más se han interpelado, ha sido en el propio PP. Aunque a Conejo siempre le gusta presumir de poder estar en varios lugares a la vez, como Casillas cuando todavía paraba balones, esta vez se fue realmente lejos. Concretamente hasta México, donde acudió para participar en una conferencia internacional de movimientos progresistas en América Latina y Europa organizada por la Fundación Lázaro Cárdenas. A nadie se le escapa que el PSOE está pasando por momentos delicados. Así, resultó especialmente interesante conocer la opinión de Conejo sobre «el futuro de los partidos progresistas» por lo que pudiera tener de aplicación propia ante un futuro incierto que demanda una profunda reflexión en su partido. Quien pueda creer que la conferencia le haya servido a Conejo como excusa para organizarse unas minivacaciones se equivoca, pues la agenda marcada en tierras aztecas estuvo igualmente cargada: visita a la Casa Andalucía, a la tumba de Bernardo Gálvez, entre otros. Lo que haya hecho en los huecos libres de alfombra para dentro ya queda libre a la imaginación de cada uno.

Conexión con el susanismo Antes de partir a México, Conejo se desplazó a Sevilla donde tuvo un encuentro con Susana Díaz. Sirvió para subrayar que su poder, en lo orgánico, está fuertemente ligado a su buena relación con la presidenta de la Junta. Lo constató también Gonzalo Sichar, cuando Adolfo Arjona le pidió que trazara un perfil exprés de Conejo en la presentación de su libro. «Es la mano que mece la cuna en el PSOE andaluz», respondió. Nadie duda ya de que el respaldo a Díaz por parte del PSOE de Málaga será rotundo. La proyección de la baronesa andaluza como líder socialista in pectore ha aumentado precisamente esta semana con su viaje a Bruselas. En la capital europea sumó numerosas menciones en todos los medios de comunación y confirmó que lo único que se antepone a una candidatura formal es la falta de una fecha para la celebración del Congreso Federal que ella misma está posponiendo hasta que vea garantizado su éxito con cristalina claridad. Otro malagueño, en este caso José Sánchez Maldonado, formó parte de la comitiva socialista que se desplazó en un tour orquestado que ha levantado ciertas ampollas por eso de presentar un acto de promoción personal como viaje institucional.

Rebelión Aunque Conejo es un político que mueve a su antojo, y eso le garantiza tener enfilado a quien ocupa un cargo dentro del partido, todavía no puede controlar a toda la militancia. El vacío de poder que existe desde la ejecución de Pedro Sánchez está irritando a las bases. Bajo el grito de guerra de #MilitantesEnPie está creciendo la resistencia al mandato de la gestora. Este semana la agrupación del PSOE del Rincón de la Victoria ha mantenido una asamblea en la que se ha votado a favor de la celebración inmediata de un Congreso Federal para que las bases puedan elegir al nuevo secretario general. Llama la atención en una agrupación que está presidida por Encarnación Anaya, también alcaldesa y de la cuerda de Conejo. El mensaje de la dirección provincial es rotundo: tiempo para la gestora y que se enfríen las ascuas que dejó el último gran incendio provocado en calle Ferraz. Nada hace indicar que los ánimos entre la militancia se calmen. El mismo sentimiento de vacío que deja una ruptura amorosa va creciendo entre las bases y, también, en Málaga, se han ido sucediendo asambleas como la que tuvo lugar en la Cochera Cabaret para pedir el fin de la gestora. «Para tomar fuerza, seguir recogiendo firmas, y para celebrar asambleas locales pidiendo un congreso y primarias», se pide entre los rebeldes.

Bendonismo Otro político que hizo kilómetros, en esta ocasión, para desplazarse a Madrid fue Elías Bendodo. Entre protesta y protesta contra el SAS, que es por donde se transita ahora en el PP andaluz, encontró tiempo para participar en la Comisión Nacional de Administración Local que estuvo presidida por Soraya Sáenz de Santamaría. Si habría que hablar de poderes fácticos dentro del partido, Sáenz de Santamaría es el máximo lobbie y conviene estar cerca. Con o sin lobbie, los populares han demostrado su capacidad para repescar a antiguos cargos que en algún momento se han quedado en fuera de juego para colocarlos en la telaraña institucional. Ana María Corredera, exparlamentaria andaluza que no revalidó su escaño en las últimas elecciones autonómicas estaba esperando a que le abrieran alguna puerta. No se sabe cuántas llamadas telefónicas se habrán cruzado, pero desde el 1 de diciembre ejerce como asesora del grupo popular en la Diputación. Para hacer sitio, han tenido que plegar velas María Teresa Ortega y Mercedes González que se compartían hasta ahora el cargo de confianza y su correspondiente sueldo a media jornada. Corredera, sin embargo, ha sido contratada a jornada completa. Sin ánimos de hacer demagogia en tiempos de SMI paupérrimo, sino con afán estadístico cabe reflejar que la exparlamentaria se embolsará 40.299 euros brutos al año.

Málaga y Vistalegre II

Podemos en Málaga ha echado a andar de manera definitiva bajo el nuevo mandato de Alberto Montero. El consejo ciudadano celebró su primera reunión en la que se definieron los responsables de cada área. Montero manifestó su «voluntad para comenzar una nueva etapa en la que se superen las diferencias internas y se trabaje de forma unitaria con el objetivo de fortalecer la organización». La relación de las distintas áreas refleja la intención de equilibrar entre las distintas facciones dentro de Podemos. Prueba de ello es también la inclusión de Nicolás Sguiglia como responsable del área de organización. Sus roces, especialmente con Málaga Ahora han sido notorios. Quizá sea precisamente la razón por la que haya sido incluido. Málaga está llamada también de ejercer de contrapeso a Pablo Iglesias en el inminente congreso de Vistalegre II. El nuevo giro de Iglesias, más en lucha de clases que nunca, despierta suspicacias en la nueva dirección. Se prevé descalabro electoral en un futuro si ganan sus tesis de clases.