Madrid, Barcelona, Bilbao... Las inundaciones en los metros de otras ciudades han sido habituales cuando ha llovido por encima de lo normal y era de esperar que el Metro de Málaga se uniera a esta lista. Las lluvias del domingo, que llegaron a superar los 200 litros por metro cuadrados en algunos puntos de la Costa del Sol, anegaron barrios enteros y provocaron la inundación de las estaciones de El Perchel y La Luz-La Paz, cortando el servicio de transporte.

La entrada del agua por las bocas de metro estuvo en el origen de estas inundaciones, que no llegaron a afectar a los dispositivos habituales del metro como suministro energético, señalización, comunicaciones y sistemas de evacuación, que no sufrieron daños y funcionan a la perfección. No obstante, sí que ha obligado a efectuar una profunda limpieza de las dos estaciones afectadas.

La Agencia de la Obra Pública de la Junta de Andalucía (AOPJA), responsable del Metro de Málaga, ha anunciado que abrirá una investigación para analizar cómo se vio afectado el servicio y el procedimiento llevado a cabo cuando se suspendió, con idea de mejorar la actuación en estos casos. No obstante, se apunta a las carencias del sistema de saneamiento público de las calles del entorno como causa principal, ya que fue incapaz de dar salida a la excepcional cantidad de agua que se acumuló en el entorno de las estaciones afectadas.

Las obras de construcción en marcha de la ampliación del metro, en el tramo Guadalmedina-Atarazanas, no se vio afectado por las lluvias, en especial los trabajos previos a la construcción de los muros pantalla en el cauce del río, donde se ha construido una elevación para evitar que el desagüe de la presa afecte a la zona de trabajo.

El metro estuvo durante cinco horas sin servicio, desde que se cortó alrededor de las siete de la mañana, poco después de comenzar y cuando la tromba de agua alcanzó su cénit, inundando gran parte de la avenida Velázquez y el entorno del centro comercial Vialia.

Los problemas de la red de saneamiento por absorber el agua acumulada durante la noche y la madrugad provocaron que la inundación creciera y se vertiera dentro de las estaciones. Esto obligó a suspender el servicio durante gran parte de la mañana, hasta que a las doce del mediodía el sistema de desagüe del metro de Málaga consiguió absorber el agua vertida al interior de las estaciones y se limpiaron las instalaciones.

La comprobación del correcto funcionamiento de los sistemas electrónicos del metro permitió que se retomara el servicio con normalidad durante el resto de la jornada del domingo, continuando a partir de entonces sin más problemas.

En el caso de las obras, ayer volvieron al tajo los operarios que están centrados en la construcción del túnel bajo la Alameda Principal. La parte más delicada de este trazado es el paso bajo el cauce del Guadalmedina que todavía no ha comenzado a excavarse. La elevación habilitada en mitad del cauce, a la altura del puente de Tetuán para proteger la zona en obras, fue suficiente para proteger la maquinaria.

Esta es la principal incidencia que ha sufrido el metro por lluvias desde que se inauguró en verano de 2014. En 2012 sufrió el temporal que inundó parte de la ciudad en esas fechas, aunque fue en el entorno de El Corte Inglés, que estaba en plena construcción en ese momento.