La construcción de un nuevo puente sobre el río Guadalhorce a la altura de la Azucarera es fundamental para evitar nuevas inundaciones en los polígonos cercanos. Así de claro lo tiene el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que ayer se mostró contundente con la obligación del Estado de asumir la construcción de esta infraestructura. De hecho, amenazó con llevar a los tribunales el incumplimiento de esta obra si no se empieza la ejecución.

La presencia de este puente supone un embudo en la capacidad de desagüe del río Guadalhorce. Mientras el cauce fue adaptado para recibir unos 5.000 litros de agua por segundo, cantidad suficiente para atender la previsión de grandes avenidas de agua en este río, la altura y diseño de este puente, sobre el que pasa la MA-21 (antigua N-340), está pensado para dar cabida a 2.700 litros por segundo, casi la mitad de lo que necesita el cauce del río.

Esta reducción de la capacidad de desagüe reduce drásticamente la utilidad de las mejoras realizadas en el cauce del Guadalhorce tras las inundaciones de 1989, como ya se pudo comprobar en 2012 y el domingo pasado, por citar los ejemplos más cercanos.

El Plan Hidrológico Nacional ya incluyó esta actuación entre las más urgentes a acometer, determinando que es el Estado quien debe asumir esta inversión, presupuestada en 60 millones de euros. De hecho, el Plan de Inundabilidad de la Consejería de Medio Ambiente ya confirmó la necesidad de acometer esta intervención para evitar los efectos destructivos de las riadas.

El alcalde de Málaga insiste en que debe ser el Estado, con colaboración en todo caso de la Junta de Andalucía por tener parte de las competencias hidráulicas, quien debe liderar la construcción de esta infraestructura. Así, rechazó que el Ayuntamiento tenga competencias sobre este proyecto, más allá del mantenimiento futuro del puente una vez terminado.

La necesidad de construir un nuevo puente, con una altura suficiente que permita el paso de 5.000 litros por segundo de agua, está sobre la mesa desde hace ocho años. No obstante, en ese momento se planteó algo más pequeño que el actualmente exigido, con un paso previsto de 4.000 litros por segundo. Habría que reformar este proyecto y ajustar los precios, ya que inicialmente se calculaba un coste de unos 30 millones de euros y ahora se calcula que será el doble.

El Cedex presentó en junio un informe en el que se dice que es obligado cambiar este puente para asegurar el correcto funcionamiento del cauce del Guadalhorce. Pero también recuerda que existe un segundo obstáculo para la evacuación de riadas de importancia. Es el puente del antiguo Cercanías sobre el Guadalhorce, en desuso desde que en 2010 se inauguró el túnel bajo el río. Estos dos puentes favorecen el desbordamiento con un periodo de retorno de entre 25 y 50 años, en vez de los 500 años de retorno recomendados, lo que afecta a los polígonos del entorno de Azucarera y los núcleos residenciales cercanos.

El alto riesgo de inundaciones obliga a actuar antes de 2021 para acometer las actuaciones incluidas en el plan. Mientras tanto, se paraliza el desarrollo urbanístico del entorno, afectando en Málaga a los polígonos industriales, que han recurrido al Tribunal Supremo para reducir el espacio afectado por las restricciones urbanísticas.

El PSOE, por su parte, ofreció ayer al alcalde de Málaga su apoyo para solicitar al Estado y a la Junta que acometa este proyecto. El secretario provincial del PSOE en Málaga y diputado, Miguel Ángel Heredia, aseguró que es una actuación «importante y fundamental» y tendió la mano a De la Torre «para ir juntos a reclamar al Ejecutivo central la construcción de esta nueva infraestructura, que tendría que ser más larga y amplia».

El alcalde pide fondos de la UE para obras hidráulicas

En la búsqueda de respuestas ante los daños causados por el último temporal, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, reclamó ayer que se movilicen fondos europeos para mejorar las infraestructuras de la red pluvial en la capital, para llevar a cabo mejoras que permitan reforzar la protección de la ciudad frente a futuras inundaciones. El regidor, que insistió en la necesidad urgente de que la Junta de Andalucía aclare la cantidad exacta de fondos europeos disponibles para los ayuntamientos, avanzó que se podría seguir mejorando los cajones de drenaje en diferentes puntos de la ciudad y utilizar al Guadalmedina como un gran cauce para las riadas. En este sentido, adelantó que la Gerencia de Urbanismo ya está estudiando diferentes medidas para mejorar las infraestructuras que presentará en los próximos días. De acuerdo con el alcalde, se trata, sobre todo, de actuar en los puntos más sensibles de la ciudad como pueden ser Carretera de Cádiz o la calle Héroe de Sostoa, zonas que tradicionalmente se erigen como las áreas más castigadas por la lluvia. «Sabemos que hay fondos europeos, pero intuyo que la gestión de los mismos se puede mejorar», resaltó De la Torre, que, además, pidió «transparencia» en este asunto para conocer cantidades y mecanismos legales para que los ayuntamientos puedan acceder a estos fondos.

Aprovechando la presencia del portavoz de Ciudadanos en el Parlamento andaluz, Juan Marín, que acudió ayer a Málaga para un encuentro con el grupo municipal naranja y una posterior visita a las zonas afectadas por las inundaciones, De la Torre señaló que Marín podría desempeñar un papel importante para intermediar con la Junta y aprovechar su influencia directa como formación que apoya al PSOE en el Gobierno andaluz a la hora de reclamar estos fondos. El propio Marín coincidió en la necesidad de seguir mejorando las infraestructuras.