Nueva ubicación, mismo espíritu solidario. El Rastrillo de Nuevo Futuro abrió este jueves sus puertas estrenando emplazamiento. Por primera vez se sitúa en la plaza de toros de La Malagueta y deja atrás el Palacio de Congresos con la idea de aumentar el público y ganar atractivo en una de las mejores zonas de la ciudad. Nada ha cambiado, sin embargo, en el objetivo último que no es otro que recaudar fondos para que los 48 niños que se encuentran ahora mismo tutelados y en hogares de acogida puedan seguir disfrutando de un calor familiar.

Sobre un espacio de 1.500 metros cuadrados se reparten los puestos que se podrán visitar hasta el próximo lunes. A disposición de los visitantes, desde productos agroalimentarios y repostería tradicional, pasando por ropa y bisutería hecha a mano o donada por voluntarios.

El acto de inauguración contó con la asistencia de diversas autoridades que alabaron el trabajo realizado tanto por la organización como por los muchos voluntarios que colabaron de manera altruista. Tras una bendición pronunciada por el sacerdote Francisco García Mota, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, subrayó que «hay gente que necesita la solidaridad y el apoyo de los malagueños». Por otra parte, el regidor remarcó, además, que se trata de una «oportunidad para la convivencia». El delegado de la Junta, José Luis Ruiz Espejo, alabó a los organizadores del Rastrillo de Nuevo Futuro. Su homólogo por parte del Gobierno, Miguel Briones, resaltó la identidad 100% malagueña del proyecto.

Los veteranos de la clase. Entre todos los puestos destaca por antiguedad la tómbola que organizan las Antiguas Alumnas del Colegio la Asunción. Desde hace 27 años, organizan su rifa con productos hechos a mano. El relevo, como remarcan, está garantizado ya que una nueva generación de voluntarias recogerá el testigo.