El padre del expresidente vecinal Paco Leal aprovechó los derribos de las chabolas de La Malagueta, en los años 40, para traerse al barrio madera en un carro y levantar su casa. En 1946, a cambio de derribarla, recibió una vivienda para él y su familia en la segunda fase de las casas protegidas del Palo. «Tenía 35 metros cuadrados, no teníamos agua corriente y sólo había una lucecita en el centro. Pero para nosotros era algo maravilloso», cuenta.

Dos años más tarde, en 1950, Emilia, la abuela de Paco, obtuvo una vivienda en la tercera fase. Pese a que, por su situación económica, la mayoría de los vecinos ni soñaba con una cámara de fotos, la revista institucional Índice en marzo de 1950, dedicó casi toda la publicación a un amplísimo reportaje del fotógrafo Arenas sobre la entrega de la tercera fase de las protegidas y aparecen decenas de vecinos. «Esta es mi abuela», señala Paco, que tiene una fotocopia de la revista.

Es una muestra del gran interés que en El Palo existe por las fotografías antiguas del barrio, porque son, muchas veces, de las pocas ocasiones en que pueden localizarse a los seres queridos.

«En aquella época sólo tenía cámara el que podía comprársela, por eso los vecinos salían de casualidad. Al que le gustaba la playa y venía aquí con su cámara por el encanto de la zona lograba retratar a mucha gente del barrio», cuenta Mercedes Pírez, presidenta de la asociación de vecinos.

Falele Rodríguez y Paco Leal, a la entrada de la asociación de vecinos con una foto panorámica del Palo a comienzos de los 60.

Precisamente, en julio de 2014 expuso, con fondos fotográficos de la Universidad de Málaga, la muestra El Palo. Fotografías del siglo XX (1910-1963), que fue un gran éxito. «Para muchos vecinos, verse en una fotografía o ver a sus familiares es un orgullo y la gente se emociona», recuerda Mercedes Pírez.

Por este motivo, Falele Rodríguez, dirigente vecinal, informa de que hace dos meses la asociación de vecinos envió una carta al rector de la Universidad de Málaga, José Ángel Narváez, todavía sin respuesta, en la que este colectivo proponía un convenio con la UMA, por el que la asociación «estaría dispuesta a entregar a la Universidad de Málaga el material fotográfico que vayamos encontrando y a localizar a los personajes de las fotografías y datarlas», a cambio de fotos sobre el barrio del archivo histórico de la UMA.

Algunas de las fotos de la UMA, de la exposición de 2014. Foto: Arciniega

Falele Rodríguez pone el ejemplo de ese monográfico de 1950 sobre la tercera fase de las casas protegidas del Palo, puesto que la Universidad adquirió el fondo fotográfico de Arenas. «Hace veinte años le dimos una fotocopia de la revista a Bienvenido Guirado (propietario entonces del fondo) por si podía encontrar esas fotos pero no hubo manera».

El dirigente vecinal recuerda que en ese amplio reportaje fotográfico, «aparecen niños que hoy tienen de 70 a 80 años y nos dicen que se van a morir y que no van a poder ver las fotos».

Para la presidenta, Mercedes Pírez, sería una ocasión espléndida para que la Universidad de Málaga reforzara los vínculos con los barrios de la capital. De momento, la asociación de vecinos conserva las fotos de esa exposición de 2014 como oro en paño. «A ver si nos contesta el rector», pide Falele.