­Un total de 3.000 profesionales sanitarios eventuales malagueños podrán gozar de mayor estabilidad en sus puestos de trabajo, según anunció ayer la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, en el Parlamento andaluz. El Gobierno andaluz impulsará medidas para dar mayor estabilidad a la plantilla del SAS y, según concretó Díaz, estas posibilitarán que 15.000 interinos sanitarios estructurales de toda la comunidad autónoma tengan estabilidad en el sistema público de salud de la comunidad.

Con esta medida, que apuntó a que se hará de forma gradual, la Junta de Andalucía dará estabilidad a 3.000 sanitarios, aunque según CCOO la cifra de interinos en Málaga puede ser aún superior. No obstante, el portavoz de Sanidad del sindicato, Rafael González, se congratuló del anuncio, que consideró necesario y como un primer paso ante la precarización que viven los profesionales que no tienen plaza propia.

En este sentido, González apuntó a que hoy mismo se celebrará una mesa sectorial en la que tratarán este y otros asuntos, extremo que confirmó la presidenta andaluza en el Parlamento, que destacó que se hará un plan «negociado para que no se vea perjudicada la prestación del servicio y todo dirigido a dar más seguridad a los profesionales, más estabilidad en el empleo y mayor calidad en la prestación del servicio».

De este modo, Díaz quiso recordar la apuesta de su Ejecutivo por la sanidad pública, para la que han incrementado en 500 millones de euros el presupuesto para 2017 y la apertura de centros sanitarios, 21 este año, entre los que se encuentra el Hospital del Guadalhorce de Málaga.

Díaz avanzó este plan en respuesta a una pregunta del portavoz de IU, Antonio Maíllo, que criticó el «deterioro formidable» de la sanidad andaluza en los últimos años, lo que achacó al «agotamiento de la política de parcheo» de la Junta, a los «recortes» en personal y a la «paralización» de hospitales. «El deterioro profundo es en la Atención Primaria por la perversión de vincular la productividad al personal médico, con la restricción de derivaciones a los especialistas o con la disminución del gasto farmacéutico», denunció. Asimismo, vinculó este deterioro con las movilizaciones del 27 de noviembre en Málaga, Granada y Huelva.

Susana Díaz se mostró preocupada de que IU y Podemos utilicen los mismos argumentos que el PP a la hora de detectar problemas en la sanidad. «No se puede caer en la demagogia y la exageración. Este gobierno está dispuesto a escuchar a los ciudadanos y lo demostramos con el acuerdo firmado con la mayoría de los sindicatos representativos de los profesionales sanitarios en los hospitales de Granada», indicó.

La presidenta también tuvo palabras para las fusiones anunciadas hace ahora cuatro años. «La Junta creía que las fusiones iban a mejorar la organización y a salvaguardar la equidad del sistema», señaló, al tiempo que subrayó que ante las demandas ciudadanas rectificarán, pararán las fusiones y negociarán otro modelo.

Antonio Maíllo opinó que una de las razones por las que la ciudadanía se está movilizando es la actitud de la Junta y advirtió de que cuando no se reconoce el deterioro «se le da la razón» a la derecha.