Parece una marca imposible de lograr, pero él lo hizo. La Audiencia Provincial de Málaga ha condenado a un vecino de Álora a ocho años y medio de prisión, a pagar varias multas y responsabilidades civiles que suman 1.775 euros por cometer hasta 25 delitos en apenas diez días. Para ello, robó varios coches, motos, bicis, móviles, carteras y dinero, secuestró a los cuatro integrantes de un automóvil y los obligó a acompañarlos a comprar droga, causó dos accidentes, se resistió a la autoridad y condujo los vehículos sin carné.

Así, se considera probado que el acusado, en la noche del 8 al 9 de septiembre de 2015, se apoderó de un Opel Corsa estacionado en la barriada El Puente, de Álora. Luego, forzó la puerta metálica de un supermercado, sustrajo varias botellas de licor y 100 euros, para irse después a las Castañetas. Una vez allí, prendió fuego a otro coche.

Ya el 13 de septiembre, robó un coche y se dirigió hasta Pizarra, donde lo abandonó. En la madrugada del 13 al 14 de septiembre, forzó la puerta trasera de un Opel Astra y se desplazó hasta Álora. En una calle de este pueblo, sustrajo una moto y lo introdujo en otro coche, dándose a la fuga al ser sorprendido por los vecinos. En su huida, colisionó con tres coches aparcados en la zona. Luego, abandonó el automóvil ya en las Castañetas, llevándose todo lo que había en su interior.

A las cuatro de la mañana del 14 de septiembre de 2015, se apoderó de otra moto en Campanillas, usando la misma hasta el 17 de septiembre. Al ser sorprendido por la Policía Local, abandonó la moto y se dio a la fuga, robando esa misma noche una bicicleta en el PTA, en la calle Eneas. Allí había tres jóvenes escuchando música en otro automóvil, se dirigió a ellos de forma agresiva con un destornillador en la mano y se sentó en el asiento del conductor, para dirigirse con los cuatro ocupantes del vehículo dentro a la barriada de las Castañetas, donde uno de los retenidos se escapó. Se quedó con su cartera y su móvil. Luego, fue con el coche, con sus ocupantes dentro, hasta Álora.

Ya en casa de su hermana, exigió a los tres ocupantes del coche que le dieran dinero para comprar droga, quedándose con dos móviles y una cámara de fotos. Acto seguido, los obligó a entrar otra vez en el coche y se dirigió a las Castañetas, donde tras montar y consumir droga, se dirigieron a Álora, reteniéndolos nuevamente en casa de su hermano, para obligarlos después a montarse de nuevo en el vehículo, con el que tuvieron un accidente antes de llegar al puente de pizarra, dando varias vueltas de campana. El coche quedó en siniestro total y los ocupantes, lesionados.

Luego, los obligó a que lo acompañaran a Pizarra, donde intentó robar tres coches, sin éxito. Se dio a la fuga y los tres ocupantes del automóvil pudieron huir y denunciar lo sucedido a la Guardia Civil. Entonces, el procesado se dirigió a otro Opel Astra, aparcado en la calle Ramón y Cajal de la capital, le hizo un puente y se marchó a Pizarra, donde abandonó el automóvil no sin antes llevarse la radio CD y el porta CD.

El imputado fue detenido por la Policía Nacional a las 12.50 horas del 18 de septiembre en las Castañetas, donde tras ver a los agentes emprendió la huida, siendo interceptado por un funcionario al que golpeó con ambas piernas, tirándolo al suelo y lesionándolo. El investigado no tenía carné de conducir.