El presupuesto de la Universidad de Málaga para el próximo año volverá a ascender a 250 millones de euros, la misma cifra que en el presente ejercicio, cuando ya experimentó un importante incremento del 10% con respecto al año 2015, cuya cuantía superó los 226 millones de euros.

Así se aprobó hoy martes en la sesión ordinaria del Consejo de Gobierno de la institución académica, que dio el visto bueno a las cuentas de la UMA, pero será el Consejo Social el que lo tenga que aprobar definitivamente en sesión plenaria para el próximo 23 de diciembre.

El presupuesto de 2016 ha tenido una vigencia de apenas ocho meses, ya que fue aprobado a finales de abril, una situación extraordinaria, motivada por la celebración de las elecciones entre los meses de diciembre y enero de hace un año.

El presupuesto de la Universidad de Málaga para el próximo año ascenderá a un total de 249.989.300 euros, prácticamente la misma cantidad de la que ha dispuesto este año, con un ligero incremento del 1,5%. Del proyecto de presupuesto, la propia institución académica destacó, en un comunicado, la partida que se dedica al capítulo de personal, con un total de 154 millones, lo que supone el 60% del total de gastos.

La gerente de la Universidad malagueña, María Jesús Morales, explicó por su parte que el presupuesto también contempla una partida de 17 millones de euros destinada a obras e infraestructuras. «Se trata de un presupuesto muy realista, para que pueda ser ejecutado», resaltó. De este modo, para el edificio de Psicología, para el que la UMA ha tenido que elaborar un nuevo pliego, reserva 6 millones de euros. Y por ejemplo, para el plan de ejecución del futuro edificio de Estudiantes, que también albergará el Servicio Central de Informática, en el campus de Teatinos, hay unos 800.000 euros. Y otra partida de un millón para acabar el edifio de Hortofruticultura, «que prácticamente ya se está terminado». Morales también destacó que hay otros 800.000 euros para el nuevo edificio de Turismo y 3,6 millones para varias obras menores de mejora de instalaciones en los centros académicos.

Por orden de importancia, la segunda partida con mayor cuantía es la de gasto corriente o de funcionamiento de la propia Universidad, con 42 millones de euros. Asimismo, la UMA contará con 8,2 millones para transferencias corrientes, donde se incluyen las becas para alumnos y las ayudas propias.

En la sesión de ayer también salío adelante las Normas de Régimen Económico-Financiero de la Universidad de Málaga, que fijan la manera en que se lleva a cabo la ejecución presupuestaria a lo largo del ejercicio económico. «Es un proyecto que llevaba el rector en su programa y que servirá para dar seguridad jurídica a las inversiones», añadió Morales.

El desarrollo del documento sigue fiel al anterior, en el que, entre otras cosas, se estableció una estructura que sigue las recomendaciones de la guía básica de la Conferencia de Consejos Sociales, se simplifica la estructura orgánica para conseguir una relación de unidades de gastos atendiendo al verdadero criterio para su determinación, se ofrece transparencia y se diferencian como Unidades de Gastos dentro de su propia Sección orgánica a los Institutos Universitarios y los centros de investigación. Esta medida ofrecerá mayor autonomía económica y proporcionará más visibilidad a auténticos centros de gasto de la Universidad de Málaga, cuya labor resulta fundamental a nivel estratégico para la institución.

Otro punto del orden del día fue la aprobación del nuevo manual de identidad corporativa, que recupera la paloma de Picasso como elemento único de identidad visual en sus diferentes usos y ámbitos de aplicación.