Los ajustes en torno a la tasa de reposición, las políticas de personal y la reducción de presupuestos en materia de salud de los últimos años han hecho que en la provincia de Málaga se hayan destruido más de 2.000 empleos, puestos, todos ellos, que hoy no están cubiertos y que tienen mucho que ver, según denuncian sindicatos y pacientes, con el deterioro de la sanidad malagueña.

Este miércoles por la mañana UGT, CCOO, SAE, Satse y Sindicato Médico se han reunido con la Plataforma por la Calidad Sanitaria de Málaga (Placasama) para rubricar un documento con el que exigir a la Junta de Andalucía más recursos para los hospitales malagueños, fundamentalmente en materia de personal y de infraestructuras.

Según han denunciado, la pérdida de más de dos millares de profesionales de todas las categorías -el grueso se lo llevan la enfermería -con mil profesionales menos- ha colocado a Málaga en el último puesto de todos los ránking sanitario y la culpa es, según aseveran, de la falta de personal, pues la necesidad de plantilla repercute directamente en las listas de espera tanto de pruebas, como de consultas o, incluso, intervenciones quirúrgicas.

Así las cosas, los integrantes de la mesa han apuntado a la necesidad de aumentar las cifras de personal. De hecho, han señalado que un primer paso para mejorar la calidad del sistema sería reponer el número de efectivos a cifras de 2010, aunque desde entonces hasta ahora las cifras de población hayan aumentado.

El portavoz de la plataforma, Francisco Fernández, ha querido recordar en la rueda de prensa que se trata de un colectivo "apolítico" cuyo fin único y último no es otro que la mejora de la sanidad malagueña. Así, ha recordado que el próximo viernes se reunirán con la delegada de Salud, Ana González, para exponerles las necesidades en materia sanitaria de la provincia y pedirle que no cierren recursos a consecuencia de las vacaciones de Navidad.

Así las cosas, desde Placasama informaron de que si no se tienen en cuenta sus consideraciones, que señalaron como «claves» para una atención sanitaria «digna» a la población, no descartan medidas de presión, como manifestaciones o concentraciones. No obstante, Fernández esperó que Salud tenga en cuenta las peticiones de la plataforma que preside pues, asegura, son peticiones muy «cabales».