A dos días de Nochebuena, el mercado central de Atarazanas estaba ayer abarrotado, aunque la gente, más que comprar, se dedicaba a merodear por los pasillos buscando buenos precios. En estas fechas la crisis está muy presente, pero las comidas copiosas siguen siendo las protagonistas de las reuniones familiares. Los vendedores coinciden en que este año la cosa está más tranquila, pero se aprecia que unos lo están más que otros. Esperan que hoy los malagueños se animen a hacer las últimas compras. Uno de ellos aseguraba ayer que, de no ser así, el año que viene empezará a cobrar el paro.

Tanto los vendedores como los clientes saben que los precios subirán hoy, puesto que no sólo influye la cantidad de producto que llega o el tiempo, sino que las fechas y la demanda hacen que se disparen.

Pero, a pesar de saberlo, la mayoría esperarán al día hoy para comprar. Algunos, los más previsores, ya tienen el marisco congelado.

Muchas familias dicen que la crisis condiciona sus compras navideñas, que otros años han comprado productos de mayor calidad y precio. En cambio, hay otro tipo de cliente que no escatima en marisco, pero acepta las consecuencias y vislumbra una cuesta de enero que, «más que una cuesta va a ser una vertical», como afirmaba una señora mientras compraba fruta.

Es muy común que, por cuestiones económicas, cambiemos la carne por el pescado, sin embargo, la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA) subraya que es preferible tomar pescado después del primer plato ya que aporta menos calorías que la carne. Si elegimos la carne, mejor que sea blanca. También hacen hincapié en que es importante reducir el consumo de sal y de bebidas gaseosas y alcohólicas, además de hacer ejercicio y realizar dietas depurativas.

Por su parte, doctores del Hospital Quirónsalud Málaga y Marbella recomiendan consumir platos calientes en lugar de fríos para facilitar la digestión, así como esperar al menos dos horas para ir a dormir. Otra de las protagonistas de las fiestas, además de las comidas, es la resaca. Para evitarla es aconsajable beber un vaso de agua entre copa y copa para calmar la sed. Si ya es tarde, lo mejor para afrontarla es tomar alimentos con vitaminas como las verduras, la leche o las frutas.

Aunque muchos cambien el marisco por las gambas más baratas y otros sepan que tendrán que apretar el cinturón en enero, lo que es indudable es que la crisis no ha frenado las tradiciones navideñas. Las mesas colmadas de comida siguen siendo la estrella de las fiestas y serán las protagonistas de las reuniones familiares del 24 de diciembre.