­El volumen total de préstamos bancarios en manos del sector privado en Málaga prosigue su tendencia interanual a la baja pero ya de una forma muy tenue y con trimestres puntuales donde la cifra ofrece incluso algunos ligeras subidas, lo que confirma, como indican desde hace meses tanto economistas como colectivos empresariales, que los bancos están ya ofreciendo una mayor acceso al crédito. Según los últimos datos del Banco de España correspondientes al mes de septiembre, el crédito vivo en manos de las familias y empresas de Málaga descendió sólo un 1,2% en relación a la misma fecha del ejercicio anterior, cuando otros años lo hacía en el entorno del 8%, dejando el total ahora en 32.135 millones de euros. La tendencia a la baja, iniciada con el estallido de la crisis, comienza así a tocar fondo.

En cualquier caso, la pérdida de liquidez respecto a antes de la crisis continúa siendo abultada: las familias y empresas malagueñas manejan ahora casi un 35% menos de dinero en créditos bancarios que en 2008, cuando se alcanzaron los máximos históricos. Por aquel entonces, y en plena ebullición del consumo (aunque ya se empezaban a percibir los primeros efectos de la recesión), el sector privado llegó a manejar una cifra récord de casi 47.500 millones de euros en crédito vivo.

Tanto la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) como el Colegio de Economistas han apuntado en los últimos meses que la tendencia a la baja del crédito se mantiene porque siguen siendo mucho más los créditos que van siendo amortizados que los que se suscriben. Por otro lado, las entidades financieras prestan ahora mismo, por lo general, importes bastante inferiores a los que se daban hace unos años. Además, esta dinámica viene acompañada por un proceso de desapalancamiento de la economía española (término que hace referencia al desendeudamiento del sector privado) que fue en su momento demandado por Bruselas. Los expertos coinciden en que este camino era realmente necesario, ya que el nivel del deuda del sector privado había alcanzado cotas excesivas.

Pero dicho esto, el Colegio de Economistas de Málaga ha anunciado en varias ocasiones que ya es el momento de que el canal del crédito bancario se reactive por completo porque las dificultades de acceso a la financiación que siguen sufriendo muchas pequeñas empresas y autónomos están limitando, a su juicio, la capacidad de crecimiento de la economía malagueña. EL PIB de Málaga creció un 3,5% en 2015 y este 2016 cerrará con 3%. Según los economistas, con un escenario más normalizado de crédito, el ritmo podría acercarse al 4%.

Por su parte, la CEM reconoce que era necesario un cierto desendeudamiento del sector privado pero reclama ahora que el canal de préstamos bancarios se reactive por completo para ofrecer a las empresas la liquidez necesaria en un momento en el que muchas estudian realizar inversiones para nuevos proyectos o iniciar el camino de la internacionalización.