Tener buen padrino sigue siendo algo esencialmente práctico para conducirse en la vida. El jeque Al-Thani, que conduce de manera irregular los designios del Málaga CF desde hace varios años, lo tiene, al menos en Málaga. Por eso, dicho y hecho, el Ayuntamiento aprobó el 9 de mayo de 2014 ponerle su nombre a una glorieta de la capital y siete días después, el 16 de mayo, el jeque ya daba nombre a una plaza. Esta diligencia, agilidad y eficiencia administrativa no siempre es así. Raramente es así.

Andrés Borrego, periodista, escritor y político malagueño, del siglo XIX, un hombre ilustrado de aquellos que llamaban afrancesados, en cambio, no tiene padrino. Su nombre figura desde el 25 de marzo de 2009, hace 7 años, esperando que el Ayuntamiento le asigne una calle con su nombre.

No se trata de una larga espera. Los hay con peor suerte aún. La Cofradía de la Vera Cruz lleva desde marzo de 1996 para que una calle de Málaga lleve el nombre de Santa Vera Cruz. Tienen el récord de espera: 20 años. Lo comparte con Yugoslavia. Este caso es triste pues los 20 años de espera han llevado a que ese antiguo país desaparezca.

A finales de 2016, el Ayuntamiento de Málaga tiene una bolsa de 87 nombres pendientes de asignar a una calle, plaza o rotonda de Málaga. Dentro del área de Cultura hay una comisión que se reune periódicamente y va recibiendo nombres y asignando calles. Lo hace con cuentagotas pues los nuevos nombres se van siempre a calles y plazas de nueva construcción ya que, por razones operativas, se hace muy difícil que una calle que lleve años con su nombre, en una zona urbana consolidada, lo pierda en favor de un nombre nuevo. Entre esos 87 nombres que aun esperan y seguirán esperando, los hay que aguardan desde hace poco (2014 o 2015), aunque la mayoría lleva largos años de espera, léase 2005, 2007 o 2009. Y no es que sean nombres de personas o entidades de relevancia menor. Entre nombres de resonancia mundial está el del escritor y premio Nobel Gabriel García Márquez, propuesto en 2014; el poeta Kavafis o el golfista Miguel Ángel Jiménez.

La mayoría, por lógica, son nombres de personalidades o entidades malagueñas o vinculadas a la capital. Ahí está el que fuera alcalde Cayetano Utrera Ravassa, que espera una calle desde 2012, el librero José Negrete o los hermanos ceramistas Amparo y Carlos Ruiz de Luna. También el farmacéutico Germán Barceló o el abogado y exedil comunista Leopoldo del Prado.

Hay otros nombres, también de gran raigambre, como el de los periodista Julián Sesmero y Rafael de Loma o el arquitecto César Olano. También aquellos más populares y queridos en su zona como Carmencita ´la comadrona´, o Manolillo ´El herraor´.

No faltan los nombres de cofradía y hermandades, aunque en escaso número, como Jesús del rescate, la Santa Vera Cruz o Nuestra Señora de los Ángeles.

Por último, la visión masculina sigue imperando con fuerza a la hora de asignar nombres de calles. De las 87 que aun están por concretar, apenas 5 llevan nombre de mujer, como Carmen Olmedo, Ana Herrera o Marifé de Triana, si bien hay que decir que la lista de asignaciones pendientes no la forman solo nombres de personas, también hay de países y otros alegóricos como El Villacinco o El Maestro.