La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Málaga ha condenado a un año y once meses de prisión y a pagar una multa de mil quinientos euros a un magrebí que se dedicaba supuestamente al tráfico de sustancias estupefacientes y que, para blindar su actividad en relación a futuras investigaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, había sobornado a un policía nacional con el fin de que le informara sobre las pesquisas en marcha. También ha sido sentenciado por tratar de sobornar a los cuatro policías que lo detuvieron en Marbella en 2006.

En concreto, ha sido sentenciado por un delito de cohecho pasivo, con la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas; y por un delito de cohecho activo, también con la atenuante ya mencionada, además de tener que hacer frente a las costas del proceso.

Diez años para el juicio

De cualquier forma, ha pasado tanto tiempo desde que sucedieron los hechos, 2006, hasta el enjuiciamiento, que se ha llevado a cabo en una Sección Penal de la Audiencia Provincial de Málaga en 2016, que se le ha aplicado la atenuante de dilaciones indebidas, lo que, unido a su aceptación de los hechos, le ha valido una importante rebaja en la pena.

No en vano, se le suspende la ejecución de la pena privativa de libertad durante un trienio, siempre que no vuelva a delinquir durante el plazo fijado. Si lo hiciera, se ejecutará de inmediato el año y once meses de prisión impuestos en la sentencia, que ya es firme y, por tanto, no cabe recurso contra ella.

Así, el tribunal declara probado que A. C., «desde marzo de 2006 hasta septiembre del mismo año, entregó a un funcionario del Cuerpo Nacional de Policía distintas cantidades de dinero que oscilaban entre los 100 y los 200 euros con el fin de obtener la protección del subinspector frente a eventuales investigaciones».

Protección policial

Para efectuar dicha protección «ilícita retribuida, el subinspector consultó las bases de datos policiales de naturaleza restringida y transmitió la información obtenida en las mismas al acusado».

Asimismo, el subinspector «conocía que A. C. presuntamente se dedicaba al tráfico de estupefacientes y, el 30 de junio de 2006, lo advirtió de una operación policial en la zona y le dijo que se fuese del lugar, a cambio de sus retribuciones», considera probado la Sala en la sentencia, a la que tuvo acceso La Opinión de Málaga.

Asimismo, el procesado, el 25 de septiembre de 2006, se vio sorprendido en Marbella cuando cuatro funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía procedieron a su detención precisamente por los sobornos con los que obsequiaba al subinspector. «Les ofreció a los cuatro agentes pagarles una cantidad de dinero indeterminada para evitar su arresto y eludir con ello la actuación de la Justicia», precisa la Sala.

Para suspender la condena, los magistrados que conforman la Sala han tenido además en cuenta que los antecedentes penales del procesado son susceptibles de cancelación y, por tanto, no le computan.