La reactivación del sector inmobiliario y el aumento de los ritmos de venta de casas registrado en los últimos ejercicios van a posibilitar que la provincia de Málaga, tanto en la franja de la Costa del Sol como en la zona del área metropolitana, liquide en el plazo máximo de un año y medio el stock de vivienda nueva y sin vender que dejó como herencia la crisis económica. Al menos así lo estima la consultora Acuña y Asociados en su Anuario Estadístico del Mercado Inmobiliario Español 2016, que sitúa a Málaga como una de las provincias con mejores ritmos de comercialización de todo el país.

«El remanente de vivienda nueva puede darse prácticamente casi por finiquitado, porque todo lo que sean plazos de venta inferiores a dos años pueden considerarse como ritmos normales dentro del mercado. La prueba es que ya se están construyendo nuevas promociones. Para viviendas situadas en zonas como Málaga hay ahora muchos más potenciales compradores que antes», señala a este periódico Fernando Rodríguez de Acuña, director de operaciones de la consultora. Las que tardarán algo más de tiempo en tener salida son las que no están ni en el litoral ni en la corona de Málaga.

Ponerle cifras al stock de vivienda en Málaga es complicado, porque son muchas las metodologías que pueden aplicarse. El estudio de Acuña, recientemente publicado, calcula para Málaga todavía un remanente de algo más de 8.000 viviendas nuevas (acabadas y sin vender). El Ministerio de Fomento, a cierre de 2015 contabilizaba 11.000 viviendas nuevas sin vender en la provincia, aunque a algunos la cifra les parece ya algo excesiva. Por su parte, la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga (ACP) estima que el stock se mueve entre las 6.000 y 7.000 viviendas. Otras firmas del sector como Sociedad de Tasación , sin embargo, rebajan el número actual a menos de 2.500, tras haber realizado en los últimos meses un estudio de mercado. En cualquier caso, lo importante es que el ritmo de ventas ha acelerado. «El mercado inmobiliario se está desatascando y hay cada vez mayores expectativas», comenta Acuña. No obstante, fuentes de la propia ACP reconocen que entre el stock hay segmentos de oferta que tendrán muy difícil salida para uso residencial, entre ellos casos de urbanizaciones construidas por encima de las autovías.

En toda España, el stock de vivienda nueva embolsada ascendería ahora, según el cálculo que Acuña y Asociados hacen en su estudio, a unas 431.000 unidades, (Fomento las sitúa, en cambio, en más de 513.800).

Bolsa de vivienda usada

Po otro lado, la consultora recuerda que el problema del remanente acumulado en los años de crisis incluye también una bolsa de vivienda usada entre las que se incluyen las que, con la metodología de Fomento, superan un cierto número de años de antigüedad aunque no hayan sido vendidas. También las que en su día pasaron a ser propiedad de los bancos y fondos de inversión para ser comercializadas o las que en su día compraron particulares para su reventa y que se quedaron atascadas por el desplome de las ventas. Aunque en este caso es todavía mucho más complicado dar cifras (el stock es algo vivo, con continuas entradas y salidas de inmuebles) para Málaga se podría manejar, sumando viviendas nuevas y usadas, una cifra en torno a las 13.000 o 14.000, según algunos cálculos manejados por el sector.

Sean cuales sean las cifras totales exactas, Rodríguez de Acuña, cree que la provincia de Málaga tardará unos tres años y medio en disolver el stock global en el conjunto de la provincia, un plazo que está entre los más reducidos de todos los barajados en el panorama nacional. Además, zonas concretas como la franja costera se moverán en plazos más reducidos, con máximos de dos años y medio.