­Carlota llegó al mundo, a 2017, mientras las campanadas sonaban y medio planeta celebraba la llegada de un nuevo año. Sus padres no habían imaginado que su pequeña iba a convertirse en la primera malagueña, y andaluza, en nacer en 2017 y tampoco que iba a empatar a la hora de nacer con otros cuatro bebés de Barcelona, Madrid, Murcia y Gandía, que nacieron a la vez, a las 00.00 horas del 1 de enero.

A las 23.50 de Nochevieja, mientras toda España preparaba las uvas y estaba a punto de descorchar el champán, Elisabeth, de 32 años, se esforzaba en el paritorio del hospital comarcal de la Axarquía para tener a su hija.

Su marido Francisco, pescador, y ella, no fueron los únicos en perderse la toma de las 12 uvas de la suerte al compás de las campanadas, tampoco pudo hacerlo el personal sanitario que atendió el parto y que se apresuraba a dar la bienvenida a 2017 cuando, a falta de cinco minutos de que dieran las 12 de la noche, sonó el timbre. «Ya está aquí», les dijo Francisco a las matronas del hospital. Dicho y hecho, la pequeña Carlota llegó al mundo mientras sonaban las campanadas, siendo protagonista, sin saberlo, del nuevo año. «Empecé con las contracciones a las 7 de la tarde, pero creía que iba para largo», confiesa Elisabeth, que aseguraba ayer sentirse muy bien tras el que describió como un parto rápido y fácil. Al término del parto llamaron a la familia para comunicarle la buena nueva y, de paso, felicitarles el año. «Pero no se lo creían, pensaban que estaba de broma» relata Elisabeth, madre de otra niña de 4 años que lleva su nombre.

Carlota Pastor Díaz estaba destinada, de un modo u otro, a ser un bebé con estrella, ya que su fecha prevista de parto era el 25 de diciembre. Pero la niña ha querido apurar aún más la Navidad dentro de su madre hasta que los médicos del hospital de la Axarquía -ellos viven en la Caleta de Vélez- se decidieron el día 30 a ingresarla para inducirle el parto. Lo que no se esperaban es que Carlota, que pesó 3,380 gramos y midió 49 centímetros, iba a ser un bebé que llegara al mundo mientras todos celebraban la llegada de un esperanzador 2017.

El primer bebé nacido en la capital malagueña lo hizo más tarde, en el Hospital Quirónsalud Málaga a las 00.13 horas. La niña, llamada Cristina, pesó 3,140 gramos y tanto ella, como su madre Rocío Mayorga gozaban de un buen estado de salud.

Mientras estos niños nacían, María de la Rubia se ponía de parto en el Materno Infantil de la capital. Su hijo Daniel aún se hizo esperar para nacer hasta las 7.25 de la mañana, pesando 3,890 kilogramos y midiendo 50 centímetros. Su madre confesaba ayer sentirse muy bien y esperaba que el nuevo año le dé mucha salud para ver a su hijo «crecer». Esta malagueña salía de cuentas el mismo 31 de diciembre y, caprichos del destino, se puso de parto cuando cambiaba no sólo el reloj, sino que también el calendario. En la Costa del Sol el primer bebé, Noa, nació a las 10.47 de la mañana pesando 2,950 kilogramos.

En el resto de España hubo más niños que nacieron mientras los demás tomaban las uvas. Lara, que pesó 2,520 kilogramos lo hizo en el hospital catalán de Santa Caterina de Salt y Alejandra en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid. A ellas les sigue la primera murciana nacida en 2017, que se llama Sana y nació en el Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia y Abed·lahe, que nació también mientras sonaban las campanadas en la Comunidad Valenciana en Gandía (Valencia).

Minutos después de las uvas también se producían en otros hospitales de España los primeros nacimientos del 2017. Es el caso de Aymara Isabella Monge que, con 3,170 kilogramos, nació a las 00.14 en el Hospital Universitario de Son Espases (Mallorca). Un bebé nacido a las 00.28 de la noche en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza, fue el primer niño nacido en Aragón. Mientras, apenas unos minutos después llegaba al mundo otra niña, la primera del País Vasco. La pequeña nació en el Hospital Las Cruces.

Pasados treinta minutos de las doce de la noche también nacían los primeros bebés de La Rioja y Canarias. Ismael fue el primer riojano del año y llegó al mundo en la Fundación Hospital de Calahorra y en Canarias, un niño de 4.500 kilogramos de peso, y nacido a la par que el riojano, fue el primero en ser alumbrado a través de una cesárea en el Hospital Universitario de Canarias.

A partir de la una de la madrugada, el resto de comunidades recibieron también a sus primeros recién nacidos. Alrededor de la 1.10 de la madrugada llegó Milo Sánchez Agudo, un niño nacido en el Hospital Virgen de la Salud de Toledo y que fue el primero de Castilla La Mancha.