­Pocos minutos después de la llegada de los Reyes Magos a Málaga pequeños y mayores se subían al metro para acceder al Centro sin sufrir las restricciones de tráfico. A pesar de que transporte se encontraba en servicios mínimos debido a la huelga convocada por la sección sindical de Comisiones Obreras (CCOO), que se extendía desde las 16.00 hasta las 22.00 horas, la mayoría de las familias malagueñas aseguraban que eran pocas las diferencias con respecto a un día normal y pocos notaron el retraso de los trenes cuyo tiempo de espera ascendía a doce minutos. «No he notado nada, todo está igual que el resto de días», aseguraba Javier Pérez.

Sergio Gutiérrez, sin embargo, confesaba haber sufrido «un poco de espera» y dijo que «el tren iba mucho más lleno». Teresa Escobar iba con su hija a disfrutar de la Cabalgata de Reyes y aunque coge poco el tren confesó que la espera de más de diez minutos no le supuso ningún tipo de contratiempo.

Cati y Juan Carlos también iban con sus hijos y aunque tampoco suben a los trenes con asiduidad aseguraron que la huelga «no afectó a los pasajeros». «Yo estuve esta mañana y apenas se notan diferencias», dijo Juan Carlos.

Quizá la única diferencia con el resto de días es que una parte de los miembros del comité de huelga y representantes de los trabajadores repartían folletos en algunas de las puertas de metro de la ciudad pidiendo disculpas por el retraso y explicando los motivos del parón. Rubén Gallardo y Daniel López eran algunos de ellos. «Un 100% de los trabajadores que han podido elegir han secundado la huelga», aseveraba Daniel López que añadía: «Un 65% de los conductores están con servicios mínimos al igual que un 75% de la plantilla que está en estación». Asimismo, López aseguraba que «debido a los servicios mínimos tan abusivos que ha impuesto la empresa los trabajadores que están en el puesto de control no han podido ejercer su derecho a huelga».

«Lo que queremos conseguir con esto es que la empresa se dé cuenta de que los trabajadores nos hemos unido y que estamos reivindicando unas condiciones que sean dignas para el sector ya que somos los trabajadores que peores condiciones tenemos», dijo López. Los operarios reclaman, entre otras muchas cosas, que llegan a trabajar hasta 12 horas seguidas con 20 minutos de descanso o hacen semanas de más de 60 horas de trabajo.

Por su parte, Rubén Gallardo dijo sentirse desilusionado. «Nosotros venimos con la intención de negociar y la empresa no ha querido ni establecer un calendario para sentarnos. Con eso nos hubiera bastado para desconvocar la huelga», confesaba. El comité de huelga asegura que tienen la intención de convocar movilizaciones cada 15 días y no descartan algún paro total a partir de Semana Santa si no se llega a ningún acuerdo.