El año 2016 fue, según la Junta de Andalucía, el de la «normalización» de las escuelas de hostelería La Cónsula, en Málaga capital, y La Fonda, en Benalmádena. No obstante, aún se está pendiente de abrir al público los restaurantes de ambos centros formativos, algo en lo que los servicios jurídicos del Gobierno andaluz trabajan para encontrar la fórmula que lo permita.

El delegado de la Junta en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, ha señalado a Europa Press que confía en que este nuevo año se normalice también el servicio de restauración. La Cónsula funciona en estos momentos como aula de prácticas, es decir, que los alumnos sí trabajan y hacen la actividad con la diferencia de que no sirven al público.

El problema está en que las agencias pertenecientes al Gobierno andaluz tienen un régimen de funcionamiento «muy claro» y hay tareas «que se pueden realizar y otras que no». Así, el abrir al público y cobrar una cantidad de dinero se ve como una actividad económica, un servicio, «y es ahí donde está la duda jurídica, de hasta dónde se puede dar ese servicio; eso es lo que se está viendo».

«La práctica de los alumnos se está haciendo pero el cobrar o no y que venga gente de fuera está en discusión jurídica, si nos la resuelven lo pondremos en marcha», manifiesta Ruiz Espejo, quien confía en que este 2017 se encuentre esa fórmula definitiva para la apertura del restaurante.

También destaca que a finales de 2016 se comenzó a pagar los atrasos a los trabajadores de La Cónsula y La Fonda, que se une a la «normalización en el ámbito formativo y también en el de la organización y compromisos con los profesionales».

Admite el delegado que las tareas de comprobación y fiscalización «llevan los plazos que llevan», y sostiene que las nóminas atrasadas se están abonando: «está todo en trámite ya».

Nóminas del CIO

Lo que no parece tener el futuro claro, por el momento, es el CIOMijas, a cuyos trabajadores se les adeudan ya 28 nóminas ya que no cobran nada desde noviembre de 2014, aunque se les abonaron las nóminas de mayo, junio y julio de 2016 por la aportación del Ayuntamiento de Mijas del 20 por ciento del importe para el presupuesto de liquidación.

«Es nuestro reto definitivo, lamentamos de verdad no haberlo solventado pero la situación administrativa de este consorcio es compleja y hay que resolverla para que se produzca su integración en el Servicio Andaluz de Empleo (como ocurrió con las escuelas de hostelería)», sostienen Ruiz Espejo, quien agrega que se deben resolver temas contables así como del inventariado del edificio, de las instalaciones y del propio suelo en que se ubica.

En este sentido, admite que se han dado «soluciones parciales con aportaciones municipales, al que agradecemos el esfuerzo» pero «no son suficientes». «El CIOMijas es el último fleco y espero que este año, por el bien de los trabajadores y de la institución, lo veamos solventado».