José Collado no lo duda: a la hora de posar para la fotógrafa, «lo mejor es quedar en la calle de mi bisabuelo». La calle de su bisabuelo es la del Marqués de Larios, porque el trompetista malagueño José Collado, de 68 años, más conocido como Pepe el trompeta o Pepe el marqués, sigue sosteniendo que es el hijo nunca reconocido de José Antonio Larios Franco, IV marqués de Larios.

Por eso, para la entrevista viene acompañado de una fotografía de Manuel Domingo Larios, segundo marqués de Larios: el aristócrata es de baja estatura, algo grueso, calvo y luce bigote. «Soy la viva estampa de mi bisabuelo, me parezco muchísimo a él», subraya.

En 2010 consiguió que le realizaran una prueba de paternidad cuando con autorización judicial los expertos analizar0n los restos de José Antonio Larios Franco, fallecido en 1957 y enterrado en la finca de los Larios de la Dehesa de los Llanos, en Albacete. Pese a que el resultado fue negativo, anuncia que está a dispuesto a seguir reclamando ante la Justicia porque, sostiene, «años más tarde se llevaron los restos a las Hermanitas de los Pobres de Málaga, junto a la estación. Tengo testigos, son los que llevaron allí los huesos de mi padre», destaca.

«A mi madre, Emilia Collado López, la echaron de Málaga para evitar el escándalo y se tuvo que ir a Jaén», cuenta.

La de Pepe el marqués es una historia digna de una película, pues como explica, nació en Málaga el 31 de julio del 48, fue abandonado en la Gota de Leche y luego pasó a la Casa de la Misericordia. «No sabía de mi madre ni de mi padre, me encontraba solo. Era muy triste, a final de mes, cuando venían las madres a dar cariño a sus hijos y llevarles la merienda, el que yo me encontrara solito en el patio y nadie viniera a verme».

A los siete años ingresó en la banda de música de la Casa de la Misericordia, «no me gustaba ningún instrumento y cuando cogí la trompeta, seguí para adelante. Me enseñó don Antonio Artola, hermano de don Perfecto Artola», cuenta.

La trompeta ha sido uno de sus principales medios de vida, y Pepe ha sido un excelente músico que ha acompañado a artistas internacionales como Celia Cruz o Compay Segundo.

Con Paco Lobatón

Y en 1998, un espacio de televisión cambió su vida: Quién sabe dónde, de Paco Lobatón, el programa que ayudaba a localizar a personas desaparecidas.

José Collado tenía 49 años y decidió llamar para saber algo de sus orígenes. «A raíz del programa se puso en contacto conmigo una cuñada de la mujer de mi hermano, cuando yo no sabía ni que tenía hermanos».

Gracias a Quién sabe dónde, pudo conocer por fin a su madre en Jaén, que entonces tenía 82 años. Allí se enteró de que era el segundo de cuatro hermanos, todos de padres distintos y que a su madre le dijeron que él había muerto al poco de nacer.

«Mi madre era cocinera, antes de que la echaran de Málaga trabajaba en el palacio Monte Miramar de cocinera. Mi padre se enamoró de ella porque era una malagueña guapísima», explica.

Fue su madre, en una cena privada, quien le desveló quién era su padre. «Yo reaccioné diciéndole que cómo iba a ser yo hijo del marqués. Me dijo que era una persona muy buena y con un corazón muy grande». Carmen Collado murió cuatro años después, y desde entonces, su hijo explica que ha estado «peleando en el juzgado hasta que admitieron la prueba de paternidad y exhumaron los restos».

El músico está convencido por completo de las palabras de su madre y recalca que, con las pruebas de testigos que tiene, «esos no eran los restos de mi padre, que están en las Hermanitas de los Pobres». Por eso subraya que volverá a luchar por una nueva prueba de paternidad «y vamos a reabrir el caso».

José Collado destaca que no quiere dinero, «sólo quiero el título de marqués, el reconocimiento de que mi padre es mi padre. Por eso quiero el título, porque soy descendente directo de él y la Justicia dice que los títulos los deben tener los herederos legítimos del padre».