­Después de recabar numerosas adhesiones en la capital, con un modelo de gestación en sintonía con los fenómenos post15-M y la participación ciudadana, Málaga Ahora hizo su irrupción oficial en el Ayuntamiento con cuatro concejales. Desde entonces, la formación municipalista ha avanzado en su horizonte, no sin estar exenta de conflictos en el seno del partido. Como el que se vivió a raíz de la marcha de su exedil, Juan José Espinosa, quien justificó su abandono aludiendo a la falta de espacios democráticos dentro del partido. Una acusación respaldada, ahora, por numerosos exmilitantes y simpatizantes que denunciaron ayer una deriva totalitaria dentro del partido.

En concreto, el escrito, que está respaldado por 72 firmas entre ellas la de varios portavoces de los consejos vecinales de Málaga Ahora, acusa a la cúpula del partido de haberse apropiado de la gestión del partido. Las acusaciones se dirigen hacia las tres concejalas que tiene la formación ahora mismo en el Ayuntamiento. Según reza el comunicado, Ysabel Torralbo, Rosa Galindo e Isabel Jiménez habrían adoptado decisiones encaminadas a «anteponer sus intereses económicos, laborales y personales». De esta manera, esta facción crítica de Málaga Ahora señala que paulatinamente se ha ido «prohibiendo la participación a través del impedimento de realizar las asambleas pertinentes».

Participación y patrimonio

Según el portavoz de este grupo, Miguel López, «se trata de un proceso que empezó a manifestarse también con el cierre de las colmenas, dejando así inactivos a los consejos vecinales». Las colmenas constituyen las sedes de Málaga Ahora y, en un principio, la formación contaba con tres. La principal, ubicada en la avenida de Velázquez, otra en el Puerto de la Torre, y la última, en la calle Sor Lucía en El Palo.

Otro de los puntos que critica el escrito tiene que ver con la gestión del patrimonio. En la actualidad, el partido está a nombre de Galindo. Esto convierte a la concejala en la única gestora legal del patrimonio del partido que asciende, según el comunicado, a unos 80.000 euros. «Nos han engañado a todos los que hemos creído en ellas como personas que nos representaban», concluye.