La municipalización de Limasa y del servicio de limpieza de la capital está a un paso de convertirse en realidad tras las decisiones adoptadas en los últimos días por el comité de empresa y por el alcalde, Francisco de la Torre. Tras las propuestas presentadas en diciembre por el Ayuntamiento y por el comité, se vislumbró que la cuestión de la productividad era el gran escollo que ambas partes debían salvar si querían llegar a transformar Limasa en una empresa municipal.

Ese escollo ha quedado resuelto. El comité de empresa de Limasa ha decidido aceptar y dar por bueno el plan de productividad propuesto por el alcalde, «totalmente y sin condiciones», según confirmaron a La Opinión de Málaga fuentes municipales. A falta de lo que diga la plantilla, el comité ha eliminado con este paso la única condición esencial impuesta por el Ayuntamiento para acceder a la municipalización de Limasa

La aceptación se produjo el pasado lunes, 16 de enero, en un escrito remitido al alcalde y firmado por todos los representantes sindicales del comité de empresa de Limasa. Comité y alcalde no se han reunido directamente estos últimos días sino que ha sido a través de la mediación del gerente de la empresa, Rafael Arjona, y de un alto funcionario experto conocedor del servicio de limpieza.

Durante la semana posterior a la festividad de Reyes han actuado de puente llevando y trayendo información y documentos de ambas partes hasta que finalmente el lunes pasado le entregaron a De la Torre el escrito firmado por el comité en el que se avenía al plan de productividad exigido por el Ayuntamiento para municipalizar Limasa.

Productividad por objetivos

Posteriormente, los dos intermediarios hicieron llegar a los miembros del comité la satisfacción del alcalde por la respuesta de los representantes laborales y su aceptación del acuerdo.

El alcalde, a través de los interlocutores, informó al comité de los pasos a dar a partir de ahora, que pasan por reunirse con los grupos de la oposición y consensuar el nuevo modelo de gestión de Limasa y, especialmente, conseguir el visto bueno de su grupo de gobierno y del PP. Para ello deberá vencer el rechazo que existe en muchos concejales populares a la municipalización del servicio, ya que estos ediles son firmes defensores de la privatización.

La propuesta del Ayuntamiento para transformar Limasa en empresa municipal se basa en varios puntos, siendo el principal el aplicar un plan de productividad valorado en 2.862 euros variables y sujetos a la consecución de tres objetivos: reducción del absentismo; eficiencia en el trabajo y calidad en el servicio. Aunque en un principio el comité rebajó ese variable por productividad a los 323 euros, finalmente ha decidido aceptar las condiciones exigidas por el Ayuntamiento.

La plantilla decidirá

La propuesta aceptada por el comité incluye el resto de condiciones exigidas por el Ayuntamiento como es la desaparición de los artículos de convenio que permiten que un trabajador jubilado anticipadamente pueda designar al familiar que ocupe su puestos; la jornada laboral de 37,5 horas, la distribución de las vacaciones y un convenio colectivo por cuatro años.

Por parte del comité también quedan nuevos pasos que dar que pasan fundamentalmente por dar la voz a la plantilla. La aceptación del acuerdo estará supeditada a lo que digan los trabajadores, que tendrán la última palabra y decidirán. Dada la trascendencia de un acuerdo de este tipo que tiene que ver con el modelo de gestión que se quiere para la empresa, se quiere la participación de toda la plantilla, por lo que la votación se haría a través de urnas.