El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y el comité de empresa han cerrado formalmente esta semana el acuerdo sobre las condiciones exigidas por el primero para proceder a la transformación de Limasa en una empresa pública. El martes, cuando se desataba la tormenta en el seno del PP a cuenta de este asunto, el comité de empresa le hacía llegar a De la Torre el documento firmado en el que aceptaban la última exigencia municipal, consistente en ligar la continuidad del servicio público de limpieza a encuestas de opinión de manera que, si los ciudadanos no se muestran satisfechos con los resultados del servicio, Limasa podría volver a manos privadas.

En el documento, el comité acepta la exigencias de las encuestas, sin condiciones, incluso eliminó un parráfo inicial que aludía a la necesidad de que la posible vuelta al modelo privado fuese votada en el pleno por una mayoría superior a la absoluta, por no ser del gusto de De la Torre.

En su escrito el comité incluye su exigencia de que en caso de volver al modelo privado la plantilla recuperaría los derechos sociales y laborales a los que ahora renunciaría. Esto no ha encontrado rechazo alguno por parte del alcalde, que no habría planteado objecciones, según fuentes consultadas.

Tal como anunció el alcalde, el asunto de las encuestas era la última condición exigida por su parte por lo que tras su aceptación por el comité ambas partes han dejado cerrado el acuerdo sobre las condiciones laborales para dar paso a una Limasa municipal.

La principal exigencia en este asunto se centra en la aceptación por el comité de que la plantilla ligue una parte de su sueldo, cercana a los 3.000 euros, a la consecución de unos objetivos de productividad tendentes a mejorar la calidad en el servicio.

Los últimos contactos para cerrar este acuerdo se llevaron, como los anteriores, sin negociación directa sino a través de dos interlocutores (el gerente de Limasa y un funcionarios) y con la ausencia del concejal de Medio Ambiente, por expresa petición del comité al alcalde. El cierre de este acuerdo entre comité y alcalde coincidió con la rebelión abierta en el grupo del PP a cuenta precisamente del mismo y del rechazo que entre algunos concejales suscita el adoptar un modelo público para Limasa.

Pese a ello, el alcalde aseguró el miércoles que «mi posición en relación a los factores positivos de la municipalización siguen vivos». Tras una primera reunión con sus concejales el martes por la noche, su intención es volver a reunirlos este fin de semana.