Francisco Belucci pasó una buena parte de su carrera profesional como químico en la empresa norteamericana Generals Motors. Lo hizo en Venezuela desde donde en el año 2005, con 62 años, cogió el avión que le trasladaría hasta Málaga, más concretamente hasta Fuengirola donde reside desde entonces. «Unos amigos míos se vinieron en el año 2002 y yo me vine tres años después porque allí ya era imposible vivir. España me ha ofrecido lo más importante que es la salud», asevera este venezolano, que hoy se manifiesta en la plaza de la Marina junto a más de un centenar de compatriotas para exigir sus pensiones al gobierno de Nicolás Maduro. «En diciembre de 2015 recibí mi última paga, desde entonces me he mantenido con unos ahorros que tenía de una propiedad que vendí pero la cantidad comienza a mermar», se queja.

A partir de las 12.00 y hasta las 14.00 horas, la céntrica plaza de la Marina acogerá a cerca de 200 venezolanos que residen en Andalucía y que llevan sin recibir sus pensiones desde hace 15 meses, según afirman fuentes de la Asociación de Jubilados y Pensionados Venezolanos en el Exterior (Ajupeven). El colectivo se manifestará a la vez que otras comunidades de afectados en toda España. «Reclamamos que el gobierno de Maduro nos pague nuestras pensiones. Además, también queremos que el Gobierno de España se involucre y exija que se cumpla el convenio bilateral porque hay una buena parte de españoles afectados e incluso venezolanos que tienen la doble nacionalidad», explica Judith Martínez, vicepresidenta de Ajupeven en Málaga. «El Gobierno venezolano se ha desentendido y somos un colectivo muy vulnerable», dice la responsable de la organización, que asegura que son muchos los afectados que están en una difícil situación. «A algunos les ayudan su familia y a otros, vecinos y amigos pero están en una situación muy crítica», asevera Martínez que liderará una concentración a la que asistirán personas de Córdoba, Sevilla o Granada. Asimismo, la responsable de la asociación exigirá que las instituciones españolas presten ayuda a las personas más desfavorecidas. «Nosotros estábamos cobrando cerca de 1.300 euros con los que pretendíamos vivir sin ser una lacra para España. Nos lo quitaron sin dar explicación. Ahora pedimos una cantidad digna para poder vivir».

Ajupeven cifra en 9.000 el número de jubilados venezolanos que residen en España de los 12.000 que hay en todo el mundo, un número que sigue esperando una retribución que no llega.