Zimbabwe es la casa y lugar de trabajo de Lola Pérez Carrasquilla, una misionera cordobesa de las Hijas del Calvario que ejerce desde hace 35 años en este país en su doble versión de enfermera matrona y proclamando la palabra de Dios. Pérez Carrasquilla sirve desde 1982 a varias comunidades de Zimbabwe, uno de los países africanos más afectados por la pandemia del VIH/SIDA, enfermedades que han afectado a jóvenes y adultos de la misma familia dejando huérfanos y sin padre familia a cientos de niños que malviven en un país ya complicado.

La escena que dibuja esta misionera es dantesca. Niños malnutridos, sin recursos para ir a la escuela, sin atención médica y sin padres que cuiden de ellos día a día. Por ello, las Misioneras Hijas del Calvario acudieron a Manos Unidas para la construcción de un hogar para cerca de 18 huérfanos y así poder continuar su misión.

Hoy, después de estar terminado y en funcionamiento el hogar, Lola se encuentra en Málaga dando testimonio y certificando que se ha desarrollado el proyecto, como muestra del cumplimiento de la transparencia de la asociación.

En 1982, la misionera Lola fue designada a la tribu Tonga, «una de las mas primitivas del país, son las que más guardan las tradiciones, las que viven en una cultura de subsistencia», relata. Allí prestó atención sanitaria en el hospital de misión, que atiende a cerca de veinte mil habitantes, donde no se cuenta con médicos y son ellas, las misioneras, las que atienden las necesidades más primarias de esta comunidad.

En Zimbabwe, se habla dos idiomas oficiales, el inglés, el shona y el tonga en la tribu. Lola usó el inglés para comunicarse en su llegada con las demás misioneras y enfermeras y entre todas sus anécdotas, la que más recuerda es la primera palabra que aprendió en tonga durante el primer parto que atendió. Fue «tonta», palabra que uso la auxiliar como traducción a su petición para que «la madre empujara porque el niño ya estaba cerca».

Lola explica que lo más terrible de su estancia en este país y lo que más le impresionó fue el hambre. «Ver como los niños llegan al hospital y no poder hacer nada por ellos. Es terrible saber que aunque los alimentes ya no se puede hacer nada más que esperar a que mueran», relata.

Por eso, Manos Unidas lanza una nueva campaña bajo el lema ´El mundo no necesita más comida, necesita más personas comprometidas´ para ayudar a paliar esta situación. La misionera detalla que no se explica como hay gente que se mueren de hambre, cuando las cifras demuestran que «el planeta tiene alimentos para todos y que un tercio de los alimentos acaban en la basura. Cómo puede ser que estas criaturas se mueran de hambre mientras que en España tiramos la comida», se pregunta.

Manos Unidas

Manos Unidas es una ONG-D, asociación de fieles de la iglesia católica en España, creada hace 57 años para la ayuda de los países en vías de desarrollo, realizando proyectos como la electrificación del hospital que hasta el 2005 no contaban con este servicio y en el 2010 aportaron el servicio de lavandería que cambio la higiene del hospital y de muchos enfermos.