Antonio López Álvarez piensa ya en si se presentará a las elecciones de abril y asegura que, además de la defensa de la profesión, su objetivo se centra en dar mejores servicios a sus colegiados y proyectar la figura del procurador a la sociedad por medio de actos culturales y promoción. En esta entrevista, analiza los temas de actualidad que afectan al sector.

¿Por qué decidió hacerse procurador?

Porque en mi familia son todos juristas. Mi padre era abogado laboralista de prestigio, Antonio López Portillo, y mis hermanos y yo estudiamos todos Derecho, prácticamente todos menos uno, y algunos somos procuradores y otros abogados.

¿Qué le llevó a presentarse al cargo de decano, además en una situación muy convulsa con la mitad de la Junta de Gobierno dimitida?

Yo, que no me había preocupado nunca en exceso de los asuntos del colegio, cuando ocurre lo que ocurre el año pasado, que dimite la Junta por cuestiones que salieron en la prensa y no vale la pena volver a repetir, se convoca una Junta Provisional, y me llaman como uno de los colegiados más antiguos. Me ofrecí, salí como diputado, pero vi que había una cantidad de rechazo a coger responsabilidades de otros procuradores. Me dio para pensar, ¿si todos nos echamos para atrás esto quien lo lleva? Algunos compañeros y compañeras me dijeron que me presentara yo, ahora que tengo el despacho que funciona después de treinta y pico años, es algo que puedo abarcar. Me presenté ante el temor de que esto se quedara solo o vacante. Gané las elecciones con vistas a tirar lo que le quedaba de mandato a esta junta. Hay elecciones en abril.

¿Se va a volver a presentar?

Me lo estoy planteando. He visto que tengo posibilidades de conseguir cosas, no para arreglar la Justicia en España o Lexnet, sino quizás para arreglar internamente el funcionamiento del colegio y darles más posibilidades y servicios al compañeros

¿Por qué se conoce tan poco la figura del procurador?

Eso es una polémica que lleva muchos años. La figura del procurador existe antes que la del abogado, desde los romanos. En el siglo XIX era el procurador el que recibía al cliente. Cuando tenías un problema ibas al procurador y le decías mi vecino me debe la renta, entonces metes el pleito. Ibas a él y el procurador buscaba al abogado que supiera de la cuestión y le encargaba el trabajo. El cliente casi no conocía al abogado. Con el transcurso del tiempo eso se ha dado la vuelta, el ciudadano va al abogado y el abogado tiene varios procuradores que son los que elige para representar al ciudadano ante los tribunales de justicia. El abogado, el que lo defiende, no puede representar al cliente, porque es casi como si se defendiera a sí mismo, hay una contradicción. El procurador tiene que estar todo el día en el juzgado viendo documentación, atento a los plazos de los recursos, de las contestaciones. Ahora con Lexnet eso está cambiado, y algunos pueden decir ya no hace falta el procurador porque va todo telemáticamente, ¿pero cómo puede una misma persona llevar la defensa y la representación de uno mismo? Con el tiempo cambiará, no para que desaparezca, sino que se transformarán sus funciones. El procurador va a tener sentido siempre, porque es el experto en el Derecho Procesal.

¿Cómo está funcionando Lexnet?

En principio, como todo lo que empieza, tuvo sus defectos. A base de ir poniendo quejas y sugerencias por parte del Consejo General de Procuradores o los colegios se ha ido mejorando. Está a un nivel aceptable.

Eso obligó a los despachos a hacer un gran desembolso...

Tuvimos que adaptarnos, instalar sistemas informáticos que nos permitieran tener la celeridad que esto requiere. A veces hay 50 notificaciones que llegan y que hay que mandar. Cuando mandas muchos documentos adjuntos en una demanda eso se puede ralentizar. Yo recuerdo en mi despacho, al principio, pasarnos dos o tres horas para presentar un asunto, lo mismo que ocurre cuando vas a presentar un modelo equis en la página de Hacienda. Hemos cogido el truco y Lexnet se ha adaptado. Tiene sus cosas: la pantalla del procurador no es la misma que ve el funcionario, en algunos asuntos hay discrepancia en cuanto a términos y plazos, para eso están los secretarios.

¿Veremos el papel cero?

Ahora mismo el Ministerio de Justicia está centrado en lograr el papel cero. Cada procedimiento que tenía papel se admite hasta un cierto año, al final desaparecerá, porque está desapareciendo en todo. Ya no puedes ir a Hacienda a presentar el IVA, lo pagas por el banco y a través de internet. Si va a desaparecer el papel moneda, esto funcionará muy bien y por vía digital.

¿Cómo ve la justicia en Málaga?

Antes, nos quejábamos de la lentitud, presentabas un desahucio, te lo daban a los cinco meses y tú tienes un inquilino sin pagar. Eso se va solventando. Todo el retraso acumulado deberán ir sacándolo poco a poco. Esperamos que gracias a Lexnet la cosa sea más fluida.