El proyecto piloto de cribado de colon de la Junta de Andalucía, con el que pretenden detectar tumores incipientes y evitar el desarrollo de un cáncer, empieza a dar sus resultados. Al centro de salud Alameda-Perchel, que fue el primero en iniciarlo a finales de 2015, se unieron hace tres meses los de Carlinda y La Roca, y se espera que antes del verano se haga extensivo al resto de centros de atención primaria. Gracias al programa se han detectado cuatro cánceres colorrectales y del total de personas que se hicieron colonoscopias tras dar positivo en los análisis, un 60% presentó pólipos.

La población diana de los tres centros de salud es de 12.337 personas, de los que 8.787 eran susceptibles de formar parte del plan de cribado de colon. Para ello, el distrito ha mandado cartas a aquellas personas de entre 50 y 69 años sin antecedentes o patologías añadidas con el fin de informarles del proyecto de cribado e invitarles a hacerse un test de sangre oculta en heces. Del total de cartas enviadas se han hecho las pruebas el 50%, alrededor de 4.000 y, de estas, el 5% ha dado positivo en los análisis, para lo que se han hecho colonoscopias. El 60% de estas pruebas dio como resultado la detección de pólipos.

El director de la Unidad de Gestión Clínica de Aparato Digestivo, Miguel Jiménez, admitía ayer que la detección de estos pólipos es un salvavidas a estas personas, pues se trata de lesiones precancerosas. «Los pólipos pueden degenerar en cáncer en una década o dos, por eso es clave la detección precoz», señala el experto, que apunta a que detectarlo como cáncer ya supone un fracaso, pues trabajan por evitarlo precisamente con este tipo de programas. Por este motivo, las personas a las que se han hallado pólipos han entrado en un programa de seguimiento que le hará pruebas cada dos años para evitar que estas lesiones vayan a más y se conviertan en un tumor maligno. Aquellos que no han dado positivo en los análisis, volverán a recibir la carta dos años después invitándoles de nuevo a hacer el programa de screening.

No obstante, sigue siendo llamativo que alrededor de 4.000 personas no se hayan hecho el estudio a pesar de que este puede evitarles graves problemas de salud. Hay que recordar que sólo se trata de una analítica de heces y que la colonoscopia sólo se hace en el caso de que el test dé positivo. «Hace falta una mayor concienciación al respecto y más cultura sanitaria», señaló Jiménez, que apuntó a que cuando hay que hacer un estudio más exhaustivo este se hace con sedación. La prueba, sencilla, fiable e indolora, permite a los médicos conocer la existencia de un problema de salud.

Petición histórica

La implantación de esta prueba responde a la petición histórica de profesionales y pacientes que llevan años demandando que este test preventivo se instaurara en la sanidad pública como ocurrió hace años con las mamografías para detectar a tiempo el cáncer de mama.

El cáncer colorrectal es el de más incidencia, suponiendo el 15% de los cánceres, y afecta a 30.000 españoles cada año, de ahí la importancia de su prevención. Según datos del doctor Manteca, entre los años 1999 y 2003 en Málaga murieron 3.950 personas y en el periodo comprendido entre 2004 y 2006 un total de 3.940 hombres y mujeres aquejados de esta dolencia.

Los estudios realizados hasta la fecha han demostrado que el cribado reduce en un tercio la mortalidad de este tumor, en torno a un 33%. Dicha reducción viene determinada por dos motivos, principalmente. Por un lado, porque si se detectan lesiones benignas precancerosas pueden extirparse antes de que lleguen a convertirse en un cáncer; y por otro, porque de tratarse de un cáncer la detección en estadios precoces eleva la curación y la supervivencia hasta el 90 por ciento. Ello conlleva, a su vez, otras cuestiones muy importantes, como son la mejora de la calidad de vida, con la aplicación de tratamientos menos agresivos, y la reducción del impacto socioeconómico de la enfermedad.