Quince personas han sido detenidas en Málaga, Granada y Cádiz en una operación en la que se han intervenidos 2.723 kilos de hachís. La investigación, explotada por la Guardia Civil y la Agencia Tributaria, ha incluido nueve registros y la inmovilización de cinco embarcaciones semirrígidas de 12 metros de eslora equipadas con dos motores fuera borda de 350 caballos valoradas en más de 600.000 euros. Según han informado hoy ambas instituciones, la organización criminal, que tenía base en Granada, introducía grandes cantidades de hachís procedente de Marruecos por el litoral granadino utilizando estas planeadoras para posteriormente trasladar la droga en dobles fondos de vehículos a distintos puntos de España, Francia y Holanda. El proceso de distribución pasaba por naves industriales en distintas localidades del área metropolitana de Granada donde ocultaban las embarcaciones y donde disponían de una flota de camiones de gran tonelaje con los que transportaban estas embarcaciones hasta el litoral.

Una vez en la playa, los tripulantes se hacían cargo de la embarcación y el cabecilla los dirigía desde tierra hasta su destino en Marruecos para que cargaran la droga. Posteriormente, esta misma persona organizaba la vuelta y la recogida del alijo del hachís en la playa escogida. El hachís, según las fuentes, se ocultaba en una nave de Motril donde semanas después se le daba salida en los coches preparados con dobles fondos. La fase de investigación se inició el pasado mes de noviembre, mientras que la fase de explotación comenzó el día 5 de enero, cuando agentes de la Guardia Civil y del Servicio de Vigilancia Aduanera interceptaron un alijo de 44 fardos de hachís en la playa del Cañón de Motril, detuvieron a 5 de los integrantes de esta organización y recuperaron dos todoterrenos que habían sido sustraídos en Málaga. También han sido intervenidos siete turismos, una motocicleta, cuatro caballos, un camión preparado para el trasporte de las embarcaciones y otro camión pluma para botarlas al mar, además de documentación, ordenadores, armas simuladas, teléfonos móviles y una gran cantidad de tarjetas telefónicas.