­La campaña de la gripe 2016/17 en Málaga ha sido la mitad de virulenta que en años anteriores, cuando se duplicaron los casos de personas afectadas. Pese a que en el resto del país se adelantó y hubo una gran incidencia, Andalucía ha permanecido al margen del resto del país y, en concreto Málaga, Huelva y Almería han sido las tres provincias en donde menos casos ha habido por la climatología mediterránea.

La directora del área de Salud Pública, Yolanda González, admitió ayer que esta campaña ha sido similar a la del año anterior, cuando se registró la cifra más baja de casos de gripe. «La campaña anterior el pico fue casi inexistente», señaló la experta, que apuntó a que la onda epidémica se ha producido en las tres últimas semanas, coincidiendo con lo que suele ser habitual en Málaga, donde los casos se concentran más en el final de enero y los primeros días de febrero.

«Está siendo muy suave, estamos muy por debajo de las temporadas anteriores», indicó González, que informó de que esta semana probablemente ha comenzado el descenso del pico. El acumulado es actualmente de 548, 17 casos por 100.000 habitantes, de la mitad si se compara con 2012, 2013 o 2014.

El virus de la gripe que está circulando por todo el país es de tipo A, el H3N2, contemplado en la vacuna de este año y que está afectando más a niños y jóvenes que a mayores. Primero, porque muchos de los mayores de 65 años están vacunados como grupo de riesgo y, segundo, porque ya habían tenido contacto con el virus en años previos. La sintomatología de la gripe este año ha sido leve, con una duración media de unos 3 o 4 días y para una completa recuperación de un máximo de seis. Fiebre, mal cuerpo, dolor de garganta y problemas respiratorios han vuelto a ser los principales síntomas.

La temporada, que comenzó en octubre y terminará como es habitual en abril, ha sido por tanto leve y, aunque Salud aún no tiene constancia de cuántas personas se han vacunado, pero sí cree que hay que insistir más en los jóvenes con patologías de base, en las embarazadas y en los sanitarios, puesto que los mayores de 65 años están más sensibilizados. Los factores de riesgo más prevalentes en adultos son la enfermedad cardiovascular crónica (44%), la diabetes (33%) y la enfermedad pulmonar crónica (32%), mientras que en los menores de 15 años la enfermedad cardiovascular crónica (9%) y la enfermedad pulmonar crónica (7%).