La tormenta que durante la madrugada del pasado domingo dejó la mayor intensidad de lluvias nunca medida en la historia de la capital malagueña (116 litros por metro cuadrado recogidos en dos horas, un nivel incluso superior al de las inundaciones de1989) han originado daños que podrían ascender a nueve millones de euros, según las primeras estimaciones del Consorcio de Compensación de Seguros. Este organismo público, adscrito al Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, espera recibir en los próximos días unas 3.500 solicitudes de indemnización por siniestros relacionados con la inundación, según explicó a este periódico su director de operaciones, Alejandro Izuzquiza. De esta cifra, 2.800 corresponderían a viviendas, comercios y oficinas y otras 700 a automóviles, según los cálculos preliminares de los peritos del CCS.

El Consorcio tiene habilitado su centro de atención telefónica (952 367 042 y 902 222 665) para recibir las comunicaciones de los afectados, algo que también se puede hacer a través de la web de este organismo (www.consorseguros.es) si se dispone de DNI electrónico. El requisito para los solicitantes es tener el bien asegurado mediante su correspondiente póliza y estar el día en el pago. Las reclamaciones más sencillas podrían estar abonadas en diez días, mientras que las más complejas podrían tardar en resolverse entre tres y cuatro meses. Ayer lunes, el CCS registró las primeras 330 solicitudes (133 por viviendas; 129 por automóviles; 66 por comercios, almacenes, oficinas y otros establecimientos no industriales; y 2 por industrias). El Consorcio desplegará un equipo de 45 peritos para que se ocupen de visitar a todos los afectados y valorar los siniestros.

En relación a la tormenta, Izuzquiza distinguió, eso sí, entre los desperfectos causados por las inundaciones (los 3.000 siniestros calculados por los peritos) y los que también hayan originado el granizo o las lluvias y filtraciones. El CCS se hace cargo del tema de las inundaciones por estar recogido entre los «riesgos extraordinarios» de los que se ocupa. Sin embargo, las personas que hayan sufrido algún siniestro por granizo o por lluvias y filtraciones (algo distinto al «anegamiento») tendrán que acudir a su propia aseguradora. El único caso en que el granizo puede ser usado en una reclamación al CCS es si ha obstruido algún desagüe, «agravando» un anegamiento propio de la inundación.

Izuzquiza recordó también, en relación a las inundaciones del pasado 4 de diciembre en Málaga, que ya se han pagado el 65% de las 9.000 solicitudes de indemnización recibidas entonces, abonando 22,6 millones. «A pesar de lo extraordinario y de la indudable intensidad del evento del domingo, la magnitud de ambas siniestralidades no es equiparable», señaló el CCS. En aquella ocasión hubo 2.500 siniestros en Marbella, 1.300 en Málaga, 1.300 en Estepona, 1.000 en Manilva y 1.000 en Mijas.

Acciones necesarias

La tromba del domingo también ha reabierto de nuevo el debate sobre la necesidad de proteger más a la capital de episodios de lluvias torrenciales. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, señaló ayer en el «Forum Europa. Tribuna Andalucía» que la tormenta «debe servir de estímulo para que la ciudad sea más fuerte, sólida y más capaz de soportar esas incidencias, que más de una vez ha soportado en este año» y cifró en más de un veintena los proyectos que a su juicio sería necesario acometer, calculando un montante total de entre 25 y 40 millones de euros.

De la Torre recordó que se tiene estudiado, dada la configuración de la ciudad, conseguir que cuando la capital reciba agua en la zona urbana, se vierta a los arroyos urbanos, río Guadalmedina o el mar (lo que calificó de «drenaje natural») y «no meterla en tuberías, que no son separativas, son unitarias». El objetivo, según dijo, es conseguir que la ciudad tenga «capacidad de respuesta» El regidor trasladó también a la presidenta andaluza, Susana Díaz, (con quien recibió al presidente francés, François Hollande, con motivo de la cumbre hispano-francesa), la posibilidad de «programar acciones conjuntas» y de obtener fondos europeos para llevar a cabo estas actuaciones. De la Torre planteó a Díaz esta cuestión «de actualidad», según dijo, durante una breve conversación con ella.

Según el alcalde, con los recursos del Ayuntamiento se tardaría «diez o doce años poniendo tres millones cada año más o menos» en poder llevar a cabo las actuaciones necesarias. «Y eso es despacio», subrayó. Por ello, sugirió que se podría pedir un crédito y «garantizarlo con parte del canon (del agua)» que se recauda porque «ayudaría mucho a la depuración» quitar estas aguas del sistema de saneamiento. De la Torre indicó que la tormenta «fue muy caprichosa y se localizó en un espacio de tiempo corto» y, afortunadamente, afectó a un espacio reducido, admitiendo que si llega a hacerlo en toda la ciudad la cumbre habría tenido que ser aplazada.

El Ayuntamiento mantenía ayer un dispositivo especial de trabajo. Limasa movilizó a más de 140 operarios para tareas de limpieza. Por su parte, los servicios sociales del Distrito Este atendieron a seis familias por diferentes problemas relacionados con las lluvias. También se procedió al desalojo cautelar de cinco familias, una de la calle Charcón, otra de la calle Andaluces y tres en Flamencos, a las que se les ofrecieron recursos del Área de Derechos Sociales. Por otro lado, Playas procedió a colocar cintas de protección para evitar el tránsito peatonal en los puntos de los paseos marítimos con riesgo de verse afectados por el oleaje, ante las previsiones de fuerte temporal para hoy de la Aemet.