Pablo Ráez, el joven marbellí de 20 años que ha fallecido este sábado tras no superar la leucemia contra la que luchaba desde marzo de 2015, tuvo en sus dos últimos años de vida una relación muy estrecha con las redes sociales, fundamentalmente Instagram y Facebook, ya que las usó precisamente para tratar de lograr uno de sus grandes objetivos: aumentar los donantes de médula ósea y plaquetas y poder ayudar así a los enfermos a tratar de superar su enfermedad. Por eso, Twitter se ha convertido desde que saltó la noticia a luz pública en el instrumento más eficaz para personalidades del mundo de la cultura, el deporte, la música o la política expresen su dolor y el pésame a la familia Ráez, así como destacar la figura gigante del deportista, que hizo del optimismo y de las ganas de seguir peleando sus santos y señas.
Así, entre quienes han expresado su dolor se encuentran artistas de la talla de Alejandro Sanz, Manu Tenorio, Dani Rovira, Diana Navarro, Carlos Latre, Pablo Alborán, el jeque Al-Thani, propietario del Málaga Club de Fútbol, el alcalde, Francisco de la Torre, el regidor marbellí, José Bernal, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, la modelo Remedios Cervantes, el Unicaja y hasta un jugador del Sporting de Gijón. Antes lo habían hecho también a través de Twitter el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, o el ex secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.
«Nos ha dejado un luchador, un ejemplo de vitalidad. Mi recuerdo está con la familia de Pablo Ráez, un afectuoso abrazo», dijo el presidente del Gobierno desde su cuenta de Twitter.
Por su parte, la presidenta de la Junta publicó el siguiente tuit: «Nos ha enseñado a pelear por la vida. Nos deja su ejemplo y valor».
Alejandro Sanz escribió en Twitter: "Pablo Ráez, siempre fuerte. Grande, dejas tras de ti tu espíritu guerrero e indomable. DEP".
Manu Tenorio, por su parte, decía: "Ojalá la muerte me pille como a ti: siempre luchando hasta el final. Gracias Pablo Ráez por tu esfuerzo".
Remedios Cervantes escribió: "Los valientes nunca se van, siempre dejan su luz... Pablo Ráez DEP".
A todos ellos se sumó el futbolista del Sporting de Gijón Cargos Castro García: "Nos has enseñado que la vida es para valorarla y disfrutarla... Tu lucha ha sido un ejemplo para todos. Pablo Ráez DEP".
El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha escrito: "Un héroe es aquel que deja huella y abre el camino a los demás. Que la lucha de Pablo Ráez sirva de ejemplo. DEP".
El dueño del Málaga Club de Fútbol, el jeque Al-Thani, dejó a un lado las polémicas con periodistas y publicó: "Lo siento mucho, un miembro de nuestra familia malaguista ha muerto hoy. Descansa en paz", junto a una foto de Ráez saliendo del Hospital Carlos Haya cuando recibió el alta y un escudo del equipo con un crespón negro. Por cierto, hoy los jugadores de Málaga han jugado en Éibar con un brazalete negro.
El Unicaja también publicó un tuit institucional: "Nuestro más sincero pésame a su familia y amigos. DEP".
El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, escribió tres tuits muy emotivos: "El mejor homenaje que podemos hacer a @srraez es, más que nunca, seguir el ejemplo de impulsar la donación. Para que otros sí puedan salvar vidas". Antes, se expresó así: "Un abrazo inmenso a quienes sentís el desgarro por la ausencia de @srraez. Estoy con todos vosotros: familiares, amigos, admiradores de su lucha".
Especialmente emotivo fue el tuit del actor y humorista malagueño Dani Rovira, quien lo visitó en septiembre en el hospital cuando Ráez esperaba el trasplante de médula. Charlaron mucho tiempo y se hicieron una foto que subieron a las redes sociales para dejar constancia de su incipiente amistad y afinidad. "Te prometo que haré todo lo que teníamos pendiente, amigo. Te siento más cerca y más vivo que nunca. Te quiero con toda mi alma".
A las de las caras más conocidas, se sumó una interminable riada de muestras de pésame y dolor de decenas de miles de españolas, muchos de ellos malagueños, tanto en Twitter como en Facebook e Instagram. Ayer, Ráez recogió el cariño que ha sembrado a lo largo de tantos días de batalla por ayudar a otros que, como él, estaban en la trinchera peleando por la vida.
