­La lucha contra la plaga de la avispilla (Dryocosmus kuriphilus) que amenaza a los castaños de la provincia de Málaga continuará esta primavera. La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha ordenado la compra de nuevo material para seguir atacando la plaga mediante la suelta de Torymus sinensis, un pequeño insecto que actúa como organismo de control biológico por ser el principal parásito del primero.

El nuevo tratamiento consistirá en la aplicación de 134 nuevas dosis en las localizaciones con presencia de una plaga que en Andalucía afecta fundamentalmente a Málaga, aunque Granada y Almería están en riesgo. Según el informe al que ha tenido acceso este periódico, 81 se destinarán a zonas de 13 municipios que ya fueron tratadas el año pasado (Cartajima, Igualeja, Júzcar, Parauta, Pujerra, Benahavís, Coín, Monda y Ojén) y otras 53 en enclaves nuevos de 10 municipios (Benalauria, Cartajima, Igualeja, Jubrique, Júzcar, Parauta, Tolox, Yunquera, Genalguacil e Instán). De este segundo grupo destaca Igualeja, que con 19 dosis acapara el 35% de las nuevas dosis seguida de Tolox, que recibirá 11. Fuentes de Medio Ambiente explican que esta nueva actuación se divide en dos fases porque, por un lado, se quiere reforzar la zona tratada el año pasado, mientras que las nuevas áreas a tratar tienen un carácter preventivo. Este será el tercer año consecutivo tras las sueltas de 11 dosis utilizadas en 2015 y las 78 del año pasado.

El objetivo del plan que llevan a cabo las delegaciones de Medio Ambiente y Agricultura de la Administración andaluza es controlar de forma natural el corto ciclo vital de la avispilla, un insecto que durante sus escasos diez días de existencia primaveral utiliza los castaños para reproducirse con consecuencias devastadoras. Sus picoteos en las hojas y en las ramas provocan al árbol agallas que sólo se aprecian durante la floración de la primavera siguiente y en cuyo interior hay depositadas entre 150 y 180 huevos. Las larvas se alimentan de los frutos y echan a perder la producción de castaña. El Torymus Sinensis, con un ciclo vital idéntico, es el parásito natural de la avispilla y el encargado de interrumpir ese proceso. Una vez liberado en las zonas afectadas, las hembras fecundadas introducen con su aguijón los huevos en las mismas agallas para que sus larvas devoren a las futuras avispillas.