El 68% de los trabajadores menores de 25 años en España (475.539) está sobrecualificado, es decir, que su formación es superior a la requerida para el puesto que desempeña, un fenómeno que se da sobre todo en la hostelería y el comercio. Por contra, el 9,5% de los jóvenes está infracualificado (su formación es inferior a la requerida para el empleo) y el 22,5% está cualificado (la formación del trabajador se ajusta a su ocupación), según un estudio presentado la pasada semana por Asempleo a nivel nacional.

El presidente de Asempleo, Andreu Cruañas, consideró un dato «muy serio» que casi siete de cada diez ocupados menores de 25 años esté desempeñando puestos de trabajo inferiores a la formación recibida. «Tenemos a la generación de jóvenes más preparados de la historia y el mercado laboral no puede desperdiciar este valioso recurso que estamos dejando escapar, como explican la fuga de talento y el efecto desánimo reflejados en la última Encuesta de Población Activa», advirtió.

Además de a los jóvenes, la sobrecualificación afecta también en mayor medida a los mayores de 55 años y se concentra más en las mujeres y en el sector servicios, seguido de la industria manufacturera y el transporte.

Según Asempleo, el número de trabajadores sobrecualificados se ha disparado más de un 12% entre 2013 y 2016, pasando de 8.764.862 a 9.856.090 personas a cierre del año pasado, lo que en términos absolutos equivale a un incremento de casi 1,1 millones de personas. En total, la sobrecualificación afecta al 53,3% del total de los ocupados y, según Asempleo, es más común entre quienes estudian o han estudiado ingeniería, arquitectura o Derecho, entre otras carreras. Mientras la sobrecualificación ha aumentado en los últimos tres años a una tasa de dos dígitos, la cualificación sólo lo hizo un 5% y supone el 43,2% del total de la ocupación. En sentido contrario, la infracualificación se redujo más de un 13% y supone únicamente el 3,6% del conjunto del empleo.