La Comisión Europea ha dado la posibilidad a Unicaja Banco de devolver los 604 millones de euros en ayudas públicas que recibió en su momento Banco Ceiss (la antigua España Duero, actual filial del banco malagueño) a través de la incorporación de un socio a su accionariado, una opción que Bruselas vería como equivalente a la salida a Bolsa que prepara la entidad. Así lo recoge la Comisión en el documento emitido el pasado 27 de enero en el que se aprobó autorizar a Unicaja una ampliación del plazo que tenía inicialmente concedido para dar el plazo a parqué, y que había expirado a finales de 2016.

La noticia, adelantada este pasado martes por ElEconomista.es, supone que el banco malagueño cuenta con una alternativa para devolver las ayudas de Ceiss aunque fuentes del sector financiero aseguraron ayer que en estos momentos «la prioridad» de Unicaja y la vía en la que se está trabajando continúa siendo la salida a Bolsa en cuanto las circunstancias de los mercados lo permitan.

La entidad tiene que afrontar la devolución al FROB de los 604 millones de euros inyectados en su día a Ceiss en forma de bonos contingentes convertibles (cocos) a lo largo de este ejercicio ya que Bruselas, al concederle la ampliación del plazo, también le ha puesto como requisito el reembolso anticipado de las ayudas, algo que tendrá que afrontar en dos plazos: el primer pago incluiría entre el 60% y el 40% del importe total, quedando el resto para el segundo.

Unicaja estuvo durante todo 2016 sopesando distintos momentos para salir a Bolsa pero todos fueron descartados. Y es que tanto Rothschild, el banco asesor del consejo, como las entidades financieras contratadas para la colocación de las acciones (Morgan Stanley, UBS Citi, Credit Suisse y BBVA) desaconsejaron el salto debido a la incierta coyuntura en que se movían las bolsas a nivel internacional, algo que podría haber provocado que la emisión de acciones no lograra el valor deseado por la entidad. La entidad, ante este panorama, solicitó más tiempo a Bruselas, algo que le fue confirmado el pasado mes de enero, sin que haya trascendido cuál es el nuevo plazo otorgado.

La Comisión Europea, al conceder esta ampliación, también puso como condición a Unicaja que se acometieran nuevas medidas de reestructuración en Banco Ceiss, en concreto un recorte de entre 300 y 500 empleados y el cierre de entre 20 y 30 oficinas. Sin embargo, las fuentes del sector consultadas ayer reiteraron que esas medidas no van a tener que ser aplicadas porque ya fueron ejecutadas en años anteriores por la entidad dentro de sus propios planes de reestructuración. «No son medidas nuevas», explicaron.