­La Gerencia de Urbanismo es el organismo inversor por excelencia que concentra tradicionalmente el mayor número de actuaciones y proyectos. En estos años negros de la crisis económica, su presupuesto inversor se contrajo enormemente. Atrás quedan los años de la expansión económica, como el 2007, donde por primera vez el Ayuntamiento rebasó los mil millones de presupuesto. Ese año la Gerencia de Urbanismo tenía un presupuesto inversor de 135 millones de euros. De ahí se bajó en caída libre con cifras cada vez mas menguadas hasta llegar al 2016 en que las inversiones en Urbanismo llegaron al mínimo de 12,8 millones.

Para este año los presupuestos de la Gerencia de Urbanismo vuelven a coger vuelo y a ser el soporte principal sobre el que se asienta la inversión del Ayuntamiento.

Suben las licencias

La propuesta presentada por el alcalde supone que para este año la inversión que depende de la Gerencia de Urbanismo será de 19,3 millones de euros, pegando así un estirón que supone un 41 por ciento más que el año pasado.

Siguen siendo proyectos de pequeña o mediana envergadura que tiene su techo en los 2,1 millones que se destinarán a la ejecución de la nueva avenida Plutarco, en Teatinos, pero con un aumento también muy significativo en su número. Si en 2016 Urbanismo financiaba 29 actuaciones, para este año serán 60, lo que supone duplicarlas.

La avenida Plutarco con 2,1 millones es la que más dinero se lleva; habrá luego 1.250.000 euros para renovar la calle Carretería o un millón para la primera fase de la conversión del monte Gibralfaro en un gran parque urbano; también 750.000 euros para renovar la calle Álamos y 300.000 euros para iniciar la peatonalización de la Alameda.

¿De dónde sale el dinero? Pues entre otros capítulos del importante crecimiento que se prevé para las licencias de obras, en consonancia con el que ya se ha venido produciendo en 2016.

La previsión presupuestaria es que los ingresos por el pago de la tasa por licencias de obras suban un 42,50 por ciento y alcancen los 5,7 millones de euros, un techo que hacía años que no se lograba.