­Si la pasada semana fue la Academia Malagueña de Ciencias la que mostró su oposición al proyecto de levantar un hotel de 135 metros de altura en la plataforma del dique de Levante por el impacto visual que implicaría para la imagen de la ciudad, esta semana ha sido una plataforma ciudadana apoyada por profesionales de la cultura, la arquitectura o el mundo universitario, la que está impulsando la firma de un manifiesto denominado «defendamos nuestro horizonte», que rechaza igualmente el hotel en el morro de levante y apuesta por el uso público de ese espacio.

Cerca de cien profesionales han firmado ya el manifiesto que defiende como un «indudable atractivo paisajístico», las vistas recírprocas «entre la ciudad y el mar», que deben ser «objeto de protección, respeto y mejora por las administraciones».

Por ello rechazan el proyecto de hotel «por el negativo, contundente e irreversible impacto paisajístico que provocaría su desmesurada altura sobre un emplazamiento visualmente muy frágil». Además supondría «una alteración drástica de la imagen de la fachada marítima de Málaga» y afectaría gravemente a «la visibilidad de los principales y más representativos hitos paisajísticos de la ciudad, como la torre de la Catedral, la Farola, la Alcazaba o el Monte Gibralfaro, cuya altura igualaría».

Piden la apertura de un procedimiento «sereno, transparente y participativo que conduzca a una actuación positiva sobre esos terrenos».

El alcalde ve ventajas

Entre los firmantes figuran profesionales de Turismo como Rafael de la Fuente; arquitectos como Isabel Cámara o Rafael Martín Delgado; profesores universitarios como José Luis Carretero o Alfredo Fierro; artistas como el barítono Carlos Alvarez o el pintor Enrique Brinkmann.

Cuestionado ayer el alcalde volvió a reiterar que el futuro hotel tiene «más ventajas que inconvenientes», pero añadiendo que las reflexiones en torno a los temas paisaje y ambientales, entre otros, «debe hacerse con la serenidad necesaria, pero también sin dilatarlo mucho en el tiempo».

Sobre los firmantes del manifiesto señaló que «tienen todos mis respetos, como es natural; es un proyecto que permite y da pie a que haya gente a favor y gente que tenga sus dudas», pero indicó que para él «tienen más ventajas que inconvenientes». Al respecto señaló que «creo que no es un edificio ancho, es esbelto, definido por las condiciones de fortaleza que tiene que tener para la los vientos fuertes que hay a esa distancia de la costa, y por tanto, no es edificio barrera, es un edificio que se ve y desde el que se ve; la cuestión es que el edificio sea hermoso en su diseño», concluyó.