El Sindicato Andaluz de Bomberos (SAB) de Málaga ha presentado dos nuevas denuncias ante la Fiscalía. La última de ellas, ayer, para alertar de las carencias que el nuevo calendario laboral impuesto por la jefatura del servicio supone ante algunas emergencias, ya que a juicio del sindicato algunas de ellas «ni siquiera podrían ser atendidas». Según el documento, el miércoles, el primer día de aplicación del calendario, la organización de los turnos de trabajo provocó que en el parque de Churriana hubiera por momentos un agente para todo el distrito. Aunque el sindicato asegura que la dotación mínima es de seis, la previsión de la jefatura fue de tres, ya que a la otra mitad se les asignó día libre. Sin embargo, de los tres que deberían trabajar, uno está de baja desde hace tiempo y otro entra una hora más tarde y sale una antes por lactancia. «A la llegada del parque, para relevar al turno anterior, sólo había un bombero y el resto del día serían dos, aunque volvería a ser uno una hora antes de terminar el turno», explican.

La denuncia, que tilda esta situación de «extrema e insólita», añade que esto obligó a desplazar un bombero y un mando de los parques de Las Pirámides y Central, quedando estos entonces por debajo de los mínimos hasta la llegada de un bombero que tenía horas libres. «Además, y ante la falta de mandos, se han tenido que habilitar a dos bomberos a mando (uno de ellos de forma no voluntaria)», indican. La polémica, sin embargo, continuó el jueves, cuando el SAB asegura que los bomberos operaron sin jefe de sala, el funcionario encargado de la recepción y gestión de las emergencias y cuyo puesto consideran «vital» para una respuesta «rápida y coordinada». Igualmente, la denuncia destaca que el nuevo calendario contempla cambios de turnos y traslados de parque para la inmensa mayoría del personal, un hecho «insólito» en el cuerpo que supone «la ruptura y dispersión de los equipos de trabajo que llevan años trabajando juntos». Aunque no cuestionan la potestad de la jefatura a la hora de organizar el trabajo, sí consideran un «temerario desatino» cambiar de forma drástica los grupos y las zonas en las que han desarrollado su trabajo durante años, un factor que consideran clave ante una emergencia.

El 20 de febrero, el SAB también denunció ante la Fiscalía las presunta ilegalidad de dos órdenes de la jefatura del servicio dictadas el 23 de diciembre y el 10 de febrero que conminaban a los agentes a retirar de forma «inmediata» las pegatinas, carteles, pintadas y banderas piratas que durante ese tiempo han ido apareciendo durante el conflicto laboral. Para el sindicato, las órdenes pretenden que los bomberos desempeñen funciones que no les corresponden y los hechos denunciados revisten un carácter «especialmente coactivo»: «Se dan unas órdenes con pleno conocimiento de su ilegalidad y, por tanto, sin legitimación para ello, órdenes que suponen un ataque frontal al colectivo en la medida que llevan aparejada presión sobre el trabajador junto a un trato que se podría calificar de degradante (¿humillante?)».