Los hábitos de consumo han cambiado radicalmente desde el comienzo de la crisis económica. Tanto es así que la lucha por conseguir el mejor precio se ha convertido en uno de los principales retos de los malagueños que siguen reduciendo el consumo de productos tan básicos como la leche, el pan, el pescado o las hortalizas.

Para ello han tenido que cambiar las grandes superficies por los mercados municipales y los bienes considerados de lujo como el marisco o la carne de cerdo o ternera por otros más propios de la crisis económica como las marcas blancas o productos como el pollo, el conejo o el atún.

Aquello de comprar sin mirar el precio de los productos y descubrir el cómputo total al final de la compra quedó atrás hace mucho tiempo, sin embargo, sorprende ver cómo los malagueños destinaban más dinero en el año 2013 a productos como la leche, el pan, la bollería o las bebidas alcohólicas que el pasado año cuando algunos economistas empezaban a ver la salida de la crisis económica.

La búsqueda de los productos más baratos no parece tarea fácil y más aún teniendo en cuenta el incremento del precio de algunos alimentos en los últimos 9 años como el arroz, la cerveza, la carne de pollo o los huevos. Según los precios de venta al público de productos alimenticios publicados por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad un pack de 6 cervezas actualmente cuesta un 15,6% más que en el año 2008. Asimismo, un kilo de arroz cuesta hoy día 1,85 euros mientras que hace 9 años su precio era de 1,60. Asimismo, una docena de huevos grandes costaba 2,21 euros y hoy se venden a 2,23; un 0,9% más que los malagueños intentan evitar a toda costa. Sin embargo, el aceite de oliva, uno de los principales ingredientes en las mesas de los malagueños según los últimos datos del Informe de Consumo de Alimentación en España del año 2015 realizado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, ha bajado su precio un 6% y hoy día se sitúa a 1,87 euros en los principales supermercados.

Para buscar el mejor de los precios, los malagueños acuden a mercados como el de Huelin, Pedregalejo o Atarazanas donde el precio de muchos productos se reduce exceptuando la época navideña cuando el marisco o la carne aumentan su precio considerablemente.

Ellos son los grandes afectados por la crisis económica pues a pesar de haber sido productos caros, la subida de precios no ayuda a su consumo ni en ocasiones especiales. 500 gramos de espaguetis a 1,26 euros; un kilo de carne de pollo a 4,61; un paquete de arroz a 1,85 o jamón serrano a 33,85 euros el kilo son solo algunos de los precios que se pueden ver hoy día en cualquier tienda de alimentación.

Los alimentos son de más lujo que nunca y sus cifras tienen como principales perjudicados la barriga y la mesa de los malagueños.