La directora de la Unidad de Gestión Clínica de Alergología del Hospital Regional de Málaga coordinará 26 grupos de investigación de 18 hospitales españoles desde Málaga tras ser nombrada responsable de la red nacional de Alergias adscrita al Instituto de Salud Carlos III.

¿Se están dando ahora más caos de alergias?

La que más está aumentando es la alergia alimentaria, pero no se sabe exactamente por qué. Se barajan diferentes motivos, como los cambios en los hábitos alimenticios. El cambio es algo que está muy en boga con el microbioma y las bacterias intestinales. En los niños también es un problema muy importante porque puede comprometer su vida.

¿Los niños de hoy presentan más alergias alimentarias que los de antes?

Van a ser alérgicos cuando son muy pequeños, a la leche porque cuando dejan la leche materna tienen alergia a la proteína de la leche de la vaca, luego alergia al huevo y después empiezan con la alergia al pescado, y más tarde a los vegetales, que es la más frecuente a cualquier edad. No se sabe muy bien cómo los cambios en la introducción de los alimentos ha podido afectar al desarrollo de alergias, parece que la introducción temprana puede evitar que se desarrollen.

¿Hay algo a lo que no se le tenga alergia?

Cualquier proteína es capaz de inducir alergia, las hay más alergénicas que otras. y cualquier fármaco es capaz. Las alergias son enfermedades de los países más desarrollados. Lo que varía de unos países a otros es con lo que convivimos.

¿También va en aumento la alergia a los fármacos?

Sí, y el motivo es porque sin duda porque consumimos muchísimos más. El consumo a mansalva de ibuprofeno ha logrado una lata capacidad de inducir alergia. También hay mucha alergia a los antibióticos, porque hay mucho consumo y se está generando un grave problema porque hay bacterias más multirresistentes y poder disponer de antibióticos es de gran utilidad. Hay un problema y es que en los últimos años no han salido nuevos antibióticos porque las grandes farmacéuticas no están investigando en ese camino. Esto está generando un problema que va a tener difícil solución.

No es lo mismo ser intolerante que ser alérgico. ¿Qué diferencias hay?

La alergia es algo muy definido que suele provocar reacciones graves y por eso es importante diagnosticarlo. Una intolerancia puede ser algo molesto pero no compromete la vida. La diferencia entre, por ejemplo, una intolerancia a la lactosa o una alergia a la proteína de la leche de vaca, es que un intolerante no es capaz de metabolizar la lactosa y le produce molestias gastrointestinales, mientras que el alérgico tendrá cuadros de urticaria, crisis asmáticas, bajadas de tensión, mareos y, lo más grave, un shock anafiláctico.

Va a coordinar la red nacional de alergias. ¿Beneficia esto a la sanidad malagueña?

Tener la coordinación de la red convierte al hospital en el referente de la alergia a nivel nacional. Además es referente porque este tipo de redes no existe en Europa ni en EEUU, va a ser referente a la hora de hacer cualquier ensayo clínico, hacer proyectos europeos y a la hora de elaborar guías clínicas convierte a Málaga en referente.

¿En cuáles están trabajando?

Estamos haciendo estudios de alergia a medicamento, penicilina y a antiinflamatorios esteroideos. También a rinitis alérgica local, a alergias alimentarias y en vacunas estamos trabajando con inmunoterapia en colaboración con Bionand para el desarrollo de tratamientos para pacientes con alergia respiratoria y alimentaria para el diseño de nuevos tratamientos de vacunas, entre otros.