Los cinco acusados de robar 181 kilos de droga en el almacén de Sanidad Exterior del Puerto de la capitalrobar 181 kilos de droga en el almacén Puerto , en la madrugada del 13 de noviembre de 2011, han negado este lunes en el juicio tener cualquier relación con los hechos y han afirmado que nunca estuvieron allí.

La Fiscalía solicita para ellos más de 80 años de prisión y cree que integraban un grupo que «se dedicaba de modo habitual a realizar delitos contra el patrimonio, no sólo en Madrid, donde residían, sino también en cualquier otra ciudad de España». El ministerio público también cree que se desplazaron en agosto de 2011 desde la capital española para estudiar la zona y proyectar el robo. De hecho, en la casa de uno de ellos se encontró una libreta con 49 direcciones de depósitos fiscales en España.

Al menos tres de los encausados han asegurado que el fin de semana del golpe lo pasaron en Sevilla, sin visitar Málaga en momento alguno, y luego se volvieron a Madrid en un Mazda. La fiscal cree que usaron este coche, además de un Porsche Cayenne y una furgoneta, para dar el golpe. Cuatro de ellos negaron conocer al quinto integrante del grupo, curiosamente aquel bajo cuyo nombre se encontraban los dos primeros coches. Este señaló que esos automóviles estaban a su nombre porque los seguros eran más baratos, pero los usaban su mujer y sus hijastros, y uno de ellos se lo prestó su pareja a un familiar de Sevilla. Luego no sabe qué pasó con él.

Cuatro acusados sí reconocieron haber coincidido en Málaga en agosto de 2011, aunque no para preparar el robo, sino porque estaban de vacaciones y comieron juntos en un centro comercial cercano al real de la Feria de la ciudad.

La fiscal les preguntó insistentemente por sus ocupaciones: dos de ellos dijeron que vendían coches, uno se dedicaba al ramo textil y otro más es camarero. Los vendedores de automóviles lo hacían sin estar dados de alta como autónomos. La representante del ministerio público trataba de ponerlos en contradicción, con el fin de echar por tierra el argumento de que venían a Málaga de vacaciones pese a sus exiguos ingresos. Además, pese a vivir algunos de ellos en el mismo barrio, todos insistieron en que conocían a dos o tres a lo sumo, pero no a todo el grupo.

Sí reconocieron que en Marbella les paró un policía local, que, según explicaron, les conocía de Madrid, y rechazaron haberse identificado con documentos falsos. Al volver de Sevilla también les paró la Guardia Civil, pero negaron llevar un inhibidor de frecuencia en el maletero. Sólo transportaban una chaqueta.

Al empezar el juicio, las defensas insistieron en pedir la nulidad de todos los autos que habilitaron las intervenciones telefónicas, a lo que el tribunal respondió que las resolverá en sentencia. Es más, los encausados no reconocieron esos números como suyos.

Anularon los sistemas

El día de los hechos, según la fiscal, los cuatro acusados llegaron al puerto en tres coches. Así, «inutilizaron el sistema de vigilancia del perímetro exterior, arrancando la centralita externa ubicada en la fachada y una de las cámaras situadas en una esquina», además de que cortaron los cables que unen el almacén con la central de alarmas y fracturaron la campana acústica, para entrar en el lugar, tras romper la cerradura, según sostiene el fiscal.

Ya dentro, anularon los sistemas de alarma, que constaba de 12 cámaras exteriores e interiores, volumétricos, sísmicos y alarma silenciosa, accediendo a la zona acorazada del depósito tras usar un soplete y una maza.

Una vez allí, sustrajeron 121 kilos de cocaína, procedente de partidas intervenidas en distintos juzgados; 57.288 unidades de MDMA, 28 kilos de anfetaminas, 1,2 de heroína, 16.017 de ketamina y 293 de alprazolam. El valor de toda esta sustancia en el mercado ilícito era de 5,2 millones de euros.