La cifra de casos de alzheimer y demencia se han duplicado en la última década, si bien podría ser incluso superior. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y su estudio de defunciones según la causa de muerte, la cifra ha pasado de ser de 255 en el año 2005 a 447 diez años después, últimos datos de los que se dispone. Aunque estos datos obedecen a la enfermedad como causa de muerte, no hay que olvidar que muchos otros fallecimientos por otras causas podrían sumar el alzheimer como enfermedad añadida. De hecho, los expertos calculan que afecta a 15.000 malagueños. Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) entre un 30 y 40 por ciento de los casos podría estar sin diagnosticar, de los cuales un 80 por ciento pertenecen a un estadio leve.

Esta enfermedad neurodegenerativa afecta fundamentalmente a las personas mayores, principal causa del aumento de casos. Prueba de ello es también que es una dolencia íntimamente relacionada con la edad, por lo que afecta más a las mujeres que a los hombres, puesto que las féminas viven más.

El indicador por sexos no varía en la última década y sigue el mismo patrón al duplicar los casos. Mientras en 2005 fallecieron 70 hombres con alzheimer y 185 mujeres, una década después lo hicieron 141 varones y 306 féminas.

Cifras que cuadran con el aumento de edad de la población, cuya pirámide se ha invertido con muchas más personas mayores que menores de edad a consecuencia del descenso de la natalidad. «Este tipo de enfermedades degenerativas se relacionan fuertemente con el envejecimiento cerebral, por lo que la probabilidad de sufrir una demencia va siendo mayor cuantos más años cumplimos», señala Elena Vila, la jefa del servicio de Neurología del Hospital Quirónsalud Málaga, que recuerda que el alzheimer es un tipo de demencia que se enmarca con otras más y que supone alrededor del 65% del total de estas.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la demencia afecta a nivel mundial a unos 47,5 millones de personas. Se prevé que el número total de personas con demencia prácticamente pase de 75,6 millones en 2030 a 135,5 millones en 2050. Este enorme incremento tendrá fuertes repercusiones socioeconómicas en las próximas generaciones, dado el importante grado de dependencia y el enorme coste económico que conlleva esta enfermedad, señala la doctora Vila.

Dado que es una de las enfermedades que va en aumento, tanto las empresas farmacéuticas como los investigadores están tratando de dar con nuevos tratamientos. En la actualidad hay varios que se encuentran en diversas etapas de los ensayos clínicos, algunos de ellos, tal y como explica Elena Vila, «muy prometedores, se relacionan con los anticuerpos monoclonales y esperamos tener resultados en pocos años». No obstante, a fecha de hoy no hay ningún tratamiento que pueda curar la demencia o revertir su evolución progresiva. La jefa de Neurología cuenta que sí existen fármacos y otras medidas terapéuticas que ralentizan la evolución del proceso y mejoran la calidad de vida del paciente.

Al margen de la posibilidad de encontrar una cura contra esta enfermedad neurodegenerativa o, al menos de un tratamiento para frenar la aparición de sus síntomas, la sanidad trabaja por la detección precoz, lo que puede favorecer precisamente que esta no vaya a más al detectarla en sus primeras etapas cuando aún existen neuronas sanas en el cerebro del paciente. «Además, las neuronas ya enfermas no lo estarán en un grado tan severo como desgraciadamente lo estarán en fases avanzadas. Todas las estrategias del tratamiento son claramente más útiles cuanto antes detectemos la demencia. La precocidad en el diagnóstico nos permite ofrecer al paciente una mayor expectativa y calidad de vida», explica la neuróloga, que señala que no hay una sola causa para la aparición del alzheimer.

La genética juega un papel no demasiado protagonista en la aparición de esta enfermedad, pues según la experta menos de un 1% de los casos de demencias neurodegenerativas se encuentran gene?ticamente determinados.

Pero, ¿se puede prevenir? La Fundación del Cerebro y la Fundación Española de Enfermedades Neurológicas señalan que para prevenirlo se debe controlar los factores de riesgo vascular y llevar un estilo de vida saludable, siguiendo una dieta como la mediterránea y evitando las grasas saturadas, o realizar ejercicio físico durante al menos dos horas a la semana.

Asimismo, recomiendan favorecer la actividad cognitiva con actividades como hablar varios idiomas, tocar instrumentos musicales, leer, estudiar una carrera, realizar actividades en grupo o practicar juegos intelectuales como el ajedrez.