El taller que la malagueña Belén Montero tiene en un piso lleno de luz del Centro de Málaga es lo más parecido a entrar en un cuadro de Van Gogh o de Paul Klee, por el baño de colores que recibe el visitante.

Los colores se han hecho dueños de las paredes, las ropas que cuelgan de las perchas, los bañadores y todos parecen surgir de un enorme cuaderno, en el que la diseñadora malagueña, armada con acuarelas, va dibujando pájaros de fantasía, peces, cangrejos, flores o fascinantes dibujos geométricos. «Las ilustraciones siempre las hago a mano, son acuarelas, luego las escaneo y envío el rapport (el módulo base del dibujo, que luego se repetirá) al estampador».

Este es el secreto de Munsuri, (www.munsuri.com), la marca de ropa infantil que fundó en 2012, y que tras nacer en forma de dibujo en Málaga, se hace realidad en talleres españoles: «Estampo en Cataluña y la confección se hace en talleres de Málaga y el resto de Andalucía», cuenta.

Tras estudiar Bellas Artes y Gemología en Madrid y formarse en la Comunidad Valenciana en Diseño y Tecnología Textil (en el prestigioso instituto Aitex), Belén Montero ha trabajado en Italia, en Madrid y realizado su tesis doctoral sobre Estampación Digital.

Con este bagaje, más un máster en Málaga de gestión cultural, llegó el momento de crear Munsuri, un nombre que proviene «del apellido de la familia materna de mi marido, que tenía unos almacenes donde hoy está el Museo Carmen Thyssen».

El toque personal de confeccionar sus propios estampados y además hacerlos a mano, sin programas informáticos, puede verse en prendas infantiles, desde las hechas para los más pequeños hasta la talla 16: cubrepañales, peleles, culetines, bañadores, bikinis, vestidos...

Y dentro de esta gama, «en el caso del bañador también hago bañadores para el padre porque hay estampados que dan juego», explica.

Belén Montero comenzó en el negocio vendiendo por internet, pero como explica, «luego me di cuenta de que para conseguir volumen era mejor trabajar con tiendas multimarca». Así, acude a certámenes de moda infantil como Fimi en Madrid o Babel en Londres, para entrar en contacto con tiendas de toda España, en especial en ciudades costeras, «aunque en el interior también se vende mucho baño».

La diseñadora malagueña crea de cuatro a cinco colecciones al año, con las que demuestra que es una marca que se aparta de la media: «En mi caso, como es un poco artesanal y hago mis propios estampados, es lo que me diferencia de otras marcas, porque a veces ha pasado en las ferias que varias marcas utilizan el mismo». «A final de temporada calculo más o menos los consumos en función de los pedidos y estampo en función de eso. En ese sentido, son estampados un poco exclusivos», cuenta.

Belén Montero, detalla, ofrece además un gramaje alto en las licras para dar más calidad. Una calidad repleta de color hecho en Málaga.