­En plena guerra abierta entre el Ayuntamiento de Málaga y la plantilla del Real Cuerpo de Bomberos, los responsables municipales cierran filas con el jefe del Servicio de Extinción de Incendios, el inspector José Cruz, a quien exoneran de cualquier responsabilidad por su polémica ausencia durante la tromba de agua que provocó importantes daños en la capital la madrugada del 20 de febrero y la imposibilidad de localizarlo impidió que activara el Plan de Emergencias Municipal. Según fuentes del Área de Seguridad, su investigación concluye que Cruz no fue localizado porque el responsable de la guardia de esa noche lo llamó al teléfono oficial y no al fijo personal. «No se cumplió el protocolo», resumen antes de argumentar que Cruz tiene dicho que en caso de una emergencia lo llamen a casa para evitar que las condiciones meteorológicas adversas puedan influir en las antenas de telefonía móvil. Las fuentes no aclaran si las comunicaciones móviles fallaron esa noche ni qué teléfono tiene mayor valor desde el punto de vista operativo, pero sí que en el teléfono fijo de Cruz no se registraron llamadas.

Esta versión tiene poco que ver con la que ofrecen desde el propio cuerpo y que apunta a que el jefe de la guardia de esa noche, la persona que tiene que dar la orden de localizar a Cruz, no tenía su teléfono fijo, «a quien se le paga por estar localizable». «Se llamó al inspector y no cogió el móvil. Entonces contactaron con el subinspector y éste, que estaba de viaje, dijo que se encargaría de localizar al primero», asegura un portavoz de la plantilla antes de insistir en que el jefe de la guardia no tiene el teléfono fijo del jefe, «al que también se le envió un correo electrónico y un SMS».

Investigación abierta

El Ayuntamiento, lejos de criticar la imposibilidad de localizar al jefe de bomberos durante una noche tan comprometida como hiciera en bloque toda la oposición, asegura que está investigando la cobertura que el cuerpo dio al suceso de la calle Flamencos, en Cerrado de Calderón, donde las intensas lluvias provocaron un corrimiento de tierras que se tragó tres vehículos, uno de ellos con dos jóvenes que circulaban por la zona y que resultaron ilesos tras salir del barranco por sus propios medios.

Desde el Área de Seguridad explican que las quejas de la familia han motivado una investigación para saber por qué la dotación de bomberos tardó 40 minutos en llegar a la zona desde que el 061 remitiera el aviso. «No sabemos por qué no se dio prioridad a ese aviso. Hemos pedido información al 061 para evaluar si el llamante evaluó correctamente la gravedad de la emergencia y, si es así, saber por qué el jefe de sala no la priorizó, pero todavía estamos recopilando información», aseguraron.

Desde el Sindicato Andaluz de Bomberos (SAB), por su parte, restan importancia a lo que consideran un nuevo intento para intimidar a la plantilla: «Después de intentar localizar al jefe de bomberos para poder activar el Plan de Emergencia Municipal y no lograrlo, se ponen a investigar el tiempo de respuesta de una salida justo cuando los servicios estan desbordados». «Que investiguen, así podremos saber por qué la no activación del plan impidió que trabajaran más bomberos esa noche».